En el contexto del Viernes Santo, toca detenernos y contemplar a Jesús con sus brazos extendidos en la cruz. Una escena marcada por la entrega total; es decir, sin cálculos o reservas. Sin duda, la historia, siempre actual, de un Dios que entra en nuestra realidad para redimensionarla.
El paso de Jesús por la cruz nos lo explica de todo; especialmente, frente al dilema del sufrimiento. Cuando sentimos algún tipo de dolor, las respuestas muy elaboradas no sirven de nada. Es demasiado fuerte como para reducirlo a un eslogan de autoayuda. Por eso, Jesús crucificado, no es una dialéctica, sino un hecho que, sin palabras, responde a nuestro dolor, reorientándolo hacia la paz, la confianza y la certeza de que no vamos solos. Cuando la pasamos mal y lo miramos en la cruz, en su entrega total, descubrimos a un Dios que pasó por lo mismo. Surge la identificación y, al mismo tiempo, la relectura que le da sentido a lo que nos pasa, ayudándonos a vivirlo de forma constructiva.
El Viernes Santo es una respuesta existencial. Llena de esperanza y confianza en el Dios que atravesó nuestras mismas peripecias. Frente al dolor de tantos, en medio de la pandemia, Jesús en la cruz, lejos de ser una evasión, es la respuesta contundente a todas nuestras preguntas, recordándonos que, por mal que esté la situación, siempre existe la resurrección; misma que recordaremos el primer domingo de pascua.
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Les propongo dos libros electrónicos que he escrito y que pueden ser de su interés.
"El proceso de Dios", es un pequeño libro que reflexiona sobre puntos importantes de la fe desde una perspectiva teológica y filosófica. Es concreto y, al mismo tiempo, profundo, capaz de responder las preguntas propias de aquellos que se cuestionan en su relación con Dios.
¿Cómo abordar la emergencia educativa? ¿Cuál es el futuro de los colegios católicos? ¿Qué cambios tienen que darse? Éstas y otras preguntas son las que se abordan en el libro. Lo interesante es que el autor trabaja como maestro y, por lo tanto, los puntos que ha escrito parten de su experiencia en la realidad, en la "cancha de juego". Una interesante reflexión de todos los que de una u otra manera saben lo complejo que es educar en pleno siglo XXI y, al mismo tiempo, lo necesario que resulta seguirlo haciendo.
Nota:
Al comprar alguno de los dos libros contribuyes al apostolado que llevo a cabo en favor de la fe y la cultura. ¡Gracias!