Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.                              
    
CONOCIMIENTO PROFUNDO 

Quedaban solamente 5 minutos para que se terminase el tiempo de estudio. Fue precisamente entonces cuando me vino la inspiración: para rematar el trabajo que tenía entre manos sólo me faltaba una cita. 

Recordaba que la había leído hacía tiempo. Creía recordar el autor: Cantalamessa. Pero... ¿dónde encontrarla? 

Me lancé corriendo a mis libros de estudio. Un vistazo rápido... y nada. 

Tal vez el libro estaba en la segunda fila... Comencé a echar libros sobre la cama, leyendo a toda velocidad títulos, índices, sin saber aún qué libro estaba buscando. 

Se acabó el tiempo. Me marché dejando a mis espaldas un caos de libros abiertos y el trabajo sin acabar. Frustración total. 

En el recreo comenté con Israel mi peripecia, y que aún no había sido capaz de recordar el título del libro. 

-Así que lo leíste hace tiempo... de Cantalamessa... -murmuró Israel. Inmediatamente se le iluminó la cara- ¡Es este libro, ¿a que sí?! 

Sacó un libro de la estantería. Era ése. 

No sé cuánto tiempo estuve alucinando. Israel se reía diciendo que lo había sabido por deducción, que no tenía mérito... pero yo no salía de mi asombro. Me resulta un detalle precioso que conozca mis gustos o que adivine si me pasa algo, pero que me conozca hasta el punto de saber qué libros he leído... ¡me parece flipante! 

Y es que una forma de mostrar al otro que te importa es dedicar tiempo para conocerle. ¡Conocer a una persona es una tarea que lleva toda una vida! Y ese gesto supone una gran dosis de atención y cariño. ¡Por eso nos sorprende y emociona tanto ! 

Cristo siempre te animará a seguir interesándote por quien tienes al lado. Es sencillo, ¡pero es una forma de amar! ¡Y en eso Cristo es un especialista! Ya dice el salmo que "no ha llegado aún la palabra a mi boca, y tú, Señor, la conoces toda". Por eso podemos presentarnos con confianza ante Él: nos conoce tan bien... y, conociéndonos tanto, ¡¡nos ama!! 

Hoy el reto del amor es conocer a una persona con la que convives. Parece raro pero, ¿a cuántas personas con las que compartes tus horas conoces de verdad? ¿Cuándo fue la última vez que estuvisteis un rato hablando juntos? Pídele al Señor unos ojos nuevos y que encienda el interés en tu corazón. ¡Asómbrate del regalo que te hace el Señor de poner hermanos en tu camino! ¡Feliz día! 

VIVE DE CRISTO

  
http://dominicaslerma.es/    

¡Feliz día!