Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
ECONOMÍA TEOLÓGICA
Llevaba un día de perros. De esos que la paciencia se agota...
Quería empezar a montar los vídeos que hemos hecho con las marionetas, pero había un montón de trabajos urgentes que necesitaban el ordenador... El día iba pasando...
¡Al final sólo pude sentarme unos minutos! Y, para colmo, ese tiempo sólo me sirvió para descubrir que el programa se nos ha estropeado. ¡Imagina de qué gas llegué a la oración!
Al comentárselo a Lety, me dijo que el programa es muy viejo, que había que conseguir otro. Nos pusimos a buscar... ¡y ahí ya sí que me dio el patatús! ¡Un miserable programa valía riñón y medio!
En esto, la página se actualizó y... ¿sabes qué salió? "Rebajas de mayo, sólo 7 días". Algunos programas estaban al 10%, otros al 25%... pero, justo el que habíamos mirado nosotras estaba... ¡¡¡al 75%!!!
Siempre decimos que el Señor paga el 50% de nuestros proyectos. Está claro que, por aquello de que es su mes, María quiso colaborar con otro 25%... ¡¡Gloria al Señor!!
Por la noche, en el oratorio, me daba cuenta de que, cuando actúa así, es fácil sustituir el "qué casualidad" por un "¡gracias!", pero, cuando a diario actúa en cositas pequeñas, ¿qué nos sale decir?
Y, si nada es casualidad... esa noche tuve que darle gracias también por haber permitido que el programa se estropease justo en ese momento, que no llegase a verlo antes, que... Realmente, ¡todo está en sus manos, y hasta de lo que parece malo, Cristo saca un bien!
Hoy el reto del amor es jugar a sustituir expresiones. Te invito a que hoy, cuando te salga el "¡qué casualidad!" vuelvas tu mirada al Cielo y digas "¡Gracias, Señor!". Y, si en algún momento te surge la frase "¡qué mala suerte!", te invito a cambiarla por un "No te entiendo, Señor... pero espero en Ti". ¡Disfruta sabiendo que Cristo tiene el control y descansa en sus brazos! ¡Feliz día!