Tras la beatificación, que se celebra dentro de unas horas en la Catedral de Gerona y que preside el cardenal Angelo Amato, los restos de los siete Beatos se depositarán en la Capilla de los Mártires que la Congregación de Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús ha dispuesto en su honor a la vera del camarín de Nuestra Señora del Sagrado Corazón en su Santuario de Barcelona. El Arzobispo de Barcelona, monseñor Juan José Omella, bendecirá dicha capilla este domingo 7 de mayo, tras la tradicional Misa de Acción de Gracias a Dios por los nuevos beatos, y por el don que su martirio supone para la Iglesia y para el mundo, como testimonio de la vitalidad y la audacia de la fe, y al tiempo de sobrenatural esperanza en la venida del Reino de Cristo mediante la devoción a su Sagrado Corazón. [La primera foto corresponde al interior del Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón que los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC) tienen junto al Colegio de San Miguel, en la calle Rosellón, 175 de Barcelona. Bajo estas líneas, el camarín de la Virgen].
 

El de 1985-1986 fue un curso intenso: estudié primero de bachillerato en el Colegio San Miguel de los Misioneros del Sagrado Corazón en Barcelona. Fue el año antes de marchar al Seminario Menor de Toledo. Mi hermana estaba estudiando COU. Mi padre trabajaba en la calle Córcega, paralela al popular Santuario. La página web del Colegio San Miguel, al recordar su historia, recoge que ese, de 1985, fue el único curso en el que el padre Joan Alomá fue el director. Pasó toda la vida allí, como alumno, profesor y director del Colegio; sacerdote y rector del santuario. También estuvo destinado, como párroco y, décadas después, como vicario, en la parroquia de Ntra. Sra. del Sagrado Corazón de Valencia. Los recuerdos de los otros misioneros: el padre Manolo o el padre Salvador Murillo; y de los confesores que siempre nos atendían en el templo son imborrables.
 

El Colegio San Miguel fue fundado en 1868, y es el segundo colegio más antiguo de la ciudad. Los Misioneros del padre Chevalier llegan a la Ciudad Condal en 1880, y en 1895 se harán cargo del Colegio. Terminan trasladándolo al emplazamiento actual (calle Rosellón) y levantan una iglesia.
 

Como cuenta en su blog Manuel Siurana "sufrió las iras de los sublevados durante la Semana Trágica de 1909, sin causar demasiados daños. Peores consecuencias tuvo el incendio y saqueo del 19 de julio de 1936, que convirtió el Santuario en un solar lleno de piedras, escombros y ruinas".
 

Por otra parte, la revista Anales de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, de marzo de 1948, explica: "a los pocos días del estallido general caían en Barcelona dos de nuestro jóvenes sacerdotes: los padres Julián Apezteguía Denterrieta y Melanio Macho Rodríguez. Sufrieron el martirio el 17 de agosto de 1936. Unos meses después, era hecho prisionero y martirizado el padre Florentino Díaz Fernández, director del Colegio San Miguel. Sucedió el 12 de octubre de 1936.
 

Finalmente, y volviendo a los sucesos de Canet de Mar, desde el Centre d'Estudis Canetenc, Sergi Alcalde i Vilà nos recuerda: “quizá la muerte más traumática fue la del capellán custodio del Santuario, Angel Doménech Vendrell, a quien quemaron vivo cerca de la riera de Sant Pol de Mar. Y aunque no aparece escrito en los informes, parece ser que primero le hicieron sacar los zapatos que eran bastante nuevos. Después le obligaron a beber gasolina de un pequeño deposito que llevaba de repuesto el coche con que se lo llevaron, y posteriormente le prendieron fuego. Después del sufrimiento, le dieron el tiro de gracia, y lo colgaron cabeza abajo de un árbol cerca del mismo sitio. Esperemos que nunca más tengamos que presenciar actos y situaciones como las que se vivieron entre 1936 y 1939”.
 

Por último, si han seguido la narración de los hechos de las diferentes entregas de esta semana, habrán visto que falta un misionero de Canet que nunca se localizó. Se llamaba Román Heras de Arriba. Salió con sus compañeros para Francia pero pronto se debió perder e intentó regresar al colegio de Canet. Le vieron y hablaron con él al menos dos personas. Tenía 22 años y según parece era el coadjutor del Colegio. La última vez que se le vio fue entre el 4 y 5 de agosto del 1936. Era natural de Velilla de Tarilote (Palencia), pero en otros documentos aparece de Santibáñez. Había nacido el 27 de agosto de 1914. Sergi Alcalde nos recuerda que el presidente del Centre d'Estudis Canetenc, Xavier Mas Gibert, tiene publicado un libro: Guerra-revolució i contrarevolució a Canet de Mar (1936-1943), que hoy se encuentra agotado, donde aparece información de los misioneros, y en el caso de Román Heras, su fotografía.