Cogà el aparato y me subà de pie en mi mesa para alcanzar el techo (de lo contrario, iba a ser imposible llevar a cabo el plan). Encendà el aspirador y, uno a uno, los mosquitos fueron absorbidos en cuestión de segundos.
Me di un tremendo golpe en la cabeza contra el marco que sobresale de la ventana. Aún tengo un chichón que chilla de vez en cuando, y... otros dolores asociados. Eso sÃ, todavÃa me rÃo al recordar lo cómico y absurdo de la situación.
A lo largo del dÃa (y más si has empezado con todo un poco torcido...) muchos "mosquitos" se van colando. Esa persona que te saca de tus casillas, el carácter de la otra que en cualquier momento te va a hacer saltar, la forma de hablar de otro... y asÃ... cogemos el aspirador para acabar con todos en cuestión de segundos, con una contestación que sentencia, una ironia que bloquea... pequeñas cosas que "aspiran" a otros y nos hacen sentir victoriosos.