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El Sábado Santo, 15 de abril, a las 10 horas, según la información enviada a la Agencia Fides desde Mérida (Venezuela), falleció el padre José Luis Arismendi, de 35 años, por falta de medicamentos. Durante dos días el sacerdote esperó los medicamentos adecuados para el tratamiento de una sospechada meningitis en el Hospital Universitario de Los Andes (HULA), pero no han llegado a tiempo. El padre Arismendi se había sentido mal el Domingo de Ramos, 9 de abril y el miércoles fue hospitalizado en el HULA. Los miembros de la familia del sacerdote, nacido en la ciudad de Tucaní, capital del municipio de Caracciolo Parra y Olmedo en el estado de Mérida, intentaron sin éxito conseguir medicamentos en la zona, básicamente se trataba de antibióticos.

Por desgracia, la intervención del Card. Baltazar Porras, arzobispo de Mérida, que había logrado obtener los medicamentos en Caracas, resulto innecesaria porque el envío desde la capital venezolana no llegó a tiempo. El p. José Luis Arismendi era sacerdote desde hacía sólo dos años y trabajaba en la Diócesis de Cabimas, en el estado de Zulia.

La opinión pública en Venezuela, que se expresa cada vez más a través de las redes sociales, ha comentado que “ha muerto otro venezolano por falta de medicinas”. El país continúa experimentando una situación grave por la falta de alimentos y medicinas. Ayer, Human Rights Watch, en su informe sobre el impacto de los muchos venezolanos que se mueven hacia la frontera con Brasil, ha instado a los países latinoamericanos a intervenir ante el gobierno del presidente Maduro para resolver esta crisis profunda. “Tarde o temprano, Brasil y otros países de la región tendrán que presionar al gobierno de Venezuela, para que deje de negar la crisis y tome medidas para resolverla”, ha dicho el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, según una nota la agencia. (CE) (Agencia Fides, 19/04/2017).