Fotogramas de la película de Mel Gibson, La Pasión de Cristo (2004).
11ª Estación: Jesús clavado en la Cruz
¡Qué bueno eres, mi Dios! Tus manos, que derraman en el mundo torrentes de hermosura y bendiciones, permiten ser clavadas a un madero, por miedo a castigar. Tus brazos extendidos me brindan tus perdones. ¡Señor, que nunca sea mi corazón más duro que el del feliz ladrón a quien donaste el Cielo, por precio tan mezquino! Suspenso entre los cielos y la tierra, pediste nuestro indulto al Padre Eterno; trajiste a los mortales la prenda más segura de reconciliación. ¡Bendita cruz, eterno pararrayos de la ira justiciera de Jehová! ¡Benditas llagas, claveles que este mundo han perfumado; que atraiga corazones vuestro olor!