Ve la luz un nuevo trabajo de nuestro querido amigo Martín Ibarra Benlloch, director del archivo del santuario de Torreciudad (Huesca).
Autor de varios libros, ha puesto sus conocimientos de Doctor en Historia y la experiencia de profesor en las universidades de Zaragoza y Navarra, al servicio del tema martirial, especialmente en su diócesis de Barbastro-Monzón. Su nuevo trabajo se titula Emilia, la canastera. Mártir del Rosario y lo publica Ediciones Palabra. Aparece justo cuando este sábado Emilia Fernández se va a convertir en la primera mujer de raza gitana que sube a los altares.
Ibarra nos ofrece en exclusiva el PRÓLOGO de su libro.
Alegría. Sorpresa. Agradecimiento.
La primera vez que conocí la existencia de Emilia Fernández, la gitana de Tíjola que estaba en proceso de beatificación, sentí alegría. Mucha alegría. Por ser mártir, o sea, amiga de Dios hasta la muerte. Por ser mujer, por ser gitana, por ser de Tíjola (Almería).
Pero me preguntaba por qué la iban a beatificar. Cuáles eran las razones. Y me hacía muchas preguntas sobre ella, su familia, su esposo, su ciudad. Reconozco que al principio me costó bastante descubrir las cosas. Pero poco a poco fui conociendo mejor a Emilia, a su familia, a los gitanos y a los tijoleños. Y ha sido para mí toda una sorpresa. Agradable sorpresa.
Al cabo de unos meses en que he leído mucho, hablado con mucha gente, viajado por Almería, Granada y Murcia, pero también por otros lugares de España, me he dado cuenta de las ganas que tiene la gente de conocer a personas como Emilia Fernández, “la canastera”, “mártir del rosario”. Mucha gente la quiere mucho, a pesar de conocerla poco. Pero la sienten como suya. Hablando con gitanos y gitanas, decían con orgullo: “Emilia es nuestra, de los nuestros”. “Tenemos el orgullo de tener como patrono al beato Ceferino”. “Pues ahora le toca a Emilia, que tanto bien nos hará a las mujeres gitanas”.
Al hablar sobre Emilia con unos y otros, he explicado la importancia de su conversión en la cárcel. Pero he dicho siempre una cosa: era una mujer con virtudes humanas: trabajadora, leal, austera, amante de la vida, alegre. Es en la cárcel, embarazada y separada de su pueblo, cuando descubre las virtudes sobrenaturales: Fe, Esperanza y Caridad. Cuando vive de verdad lo que es la comunión eclesial, con las otras presas en la Prisión de Gachas Colorás en Almería. Y cómo el trato con las presas le acerca a la vida de fe, a través del rezo del rosario, de la Virgen María.
Emilia resiste la prueba, durísima prueba, de no delatar a su catequista. A pesar de estar embarazada y de prometerle más comida y la liberación de su marido. Emilia resiste la tentación, por lealtad humana y por agradecimiento por la Fe recibida. Emilia en la cárcel, ha vuelto a ser la joven alegre de siempre. ¡Gracias, Emilia!
Emilia en la cárcel, se comporta bien. Viste de forma decorosa, habla bajito, hace amistad con las otras mujeres, payas. ¡Gracias, Emilia!
Emilia lleva adelante su embarazo con dificultad. Con hambre, frío, enfermedad, hemorragias. Sigue adelante, sin hacer ninguna “tontería”. Como buena gitana, ama la familia y ama la vida. ¡Gracias, Emilia!
Emilia nos demuestra que nunca es demasiado tarde para volver a Dios. Que en él encontramos el sentido de la vida, la libertad auténtica, la alegría profunda. ¡Gracias, Emilia!
Agradezco de veras la ayuda recibida de tantas personas, de Tíjola, Almería, Madrid y Murcia. A la familia de Emilia. A tanta gente buena que hay por ahí. Me siento muy contento de haberles conocido y de haber tenido la oportunidad de escribir sobre Emilia, la bella gitana de Tíjola. Me siento muy honrado por ello. Por otra parte, pido disculpas si no he estado a la altura de las circunstancias.
El libro lo he dividido en cuatro partes.
I: Infancia y Juventud (la tierra).
II: Inquietud y zozobra (el aire).
III: La conversión y la muerte (el fuego).
IV: Emilia la canastera, mártir del rosario (la semilla).
El libro va ganando en intensidad. Todas las partes son necesarias, aunque cada uno tendrá sus preferencias.
Wiki Martyres
Para los que no le conozcan, Santiago Mata -doctor en Historia y licenciado en Periodismo- es autor de El tren de la muerte (2011) y Holocausto Católico. Los mártires de la Guerra Civil (2013). Además del blog La Catedral de los Mártires. Santiago Mata, en 2012, puso en marcha una enciclopedia con motor de MediaWiki para recoger los millares de testimonios que se guardan en el Archivo Histórico Nacional sobre la persecución religiosa durante la Guerra Civil Española y la Segunda República.
AVISO que las fotos del siguiente enlace son muy duras. Santiago Mata recoge la Documentación sobre las exhumaciones en el pozo de La Largarta, CG, legajo 1158, expediente 2, 122 folios. Ofrecemos dos fotos del 4 de febrero de 1941 sobre los trabajos de exhumación de los cadáveres en la Lagarta.
En un artículo, colgado el 11 de julio de 2016 y que titula El Pozo de la Lagarta, en Tabernas, es el lugar de Almería donde murió mayor número de mártires.
Nos traslada al pozo de la Lagarta, en Tabernas (Almería) para hablarnos del martirio de tres lasalianos.
Los tres -afirma- fueron ejecutados en la madrugada del 31 de agosto de 1936 y sus cadáveres fueron arrojados al pozo de la Lagarta, en Tabernas. Según Alfredo Gallego Fábrega, a este pozo fueron arrojadas 31 personas que ya han sido beatificadas (sin contar las que lo serán próximamente): además de estos tres hermanos de las Escuelas Cristianas, 24 sacerdotes diocesanos, dos jesuitas y dos dominicos.
En este resumen de la Causa General aparecen tres fotos (nº 40-42) de cadáveres exhumados de ese pozo, con las manos atadas a la espalda y estragulados. El pozo fue “inagurado” en la noche del 30 al 31 de agosto de 1936, arrojando a 22 personas, entre ellas dos jesuitas y dos dominicos. 86 cadáveres exhumados de ese pozo y del de Cantavieja (Tahal) fueron llevados al Valle de los Caídos.
http://es.martyres.wikia.com/wiki/Tabernas
Los mártires de Turón (Granada)
Autor de varios libros, ha puesto sus conocimientos de Doctor en Historia y la experiencia de profesor en las universidades de Zaragoza y Navarra, al servicio del tema martirial, especialmente en su diócesis de Barbastro-Monzón. Su nuevo trabajo se titula Emilia, la canastera. Mártir del Rosario y lo publica Ediciones Palabra. Aparece justo cuando este sábado Emilia Fernández se va a convertir en la primera mujer de raza gitana que sube a los altares.
Ibarra nos ofrece en exclusiva el PRÓLOGO de su libro.
Alegría. Sorpresa. Agradecimiento.
La primera vez que conocí la existencia de Emilia Fernández, la gitana de Tíjola que estaba en proceso de beatificación, sentí alegría. Mucha alegría. Por ser mártir, o sea, amiga de Dios hasta la muerte. Por ser mujer, por ser gitana, por ser de Tíjola (Almería).
Pero me preguntaba por qué la iban a beatificar. Cuáles eran las razones. Y me hacía muchas preguntas sobre ella, su familia, su esposo, su ciudad. Reconozco que al principio me costó bastante descubrir las cosas. Pero poco a poco fui conociendo mejor a Emilia, a su familia, a los gitanos y a los tijoleños. Y ha sido para mí toda una sorpresa. Agradable sorpresa.
Al cabo de unos meses en que he leído mucho, hablado con mucha gente, viajado por Almería, Granada y Murcia, pero también por otros lugares de España, me he dado cuenta de las ganas que tiene la gente de conocer a personas como Emilia Fernández, “la canastera”, “mártir del rosario”. Mucha gente la quiere mucho, a pesar de conocerla poco. Pero la sienten como suya. Hablando con gitanos y gitanas, decían con orgullo: “Emilia es nuestra, de los nuestros”. “Tenemos el orgullo de tener como patrono al beato Ceferino”. “Pues ahora le toca a Emilia, que tanto bien nos hará a las mujeres gitanas”.
Al hablar sobre Emilia con unos y otros, he explicado la importancia de su conversión en la cárcel. Pero he dicho siempre una cosa: era una mujer con virtudes humanas: trabajadora, leal, austera, amante de la vida, alegre. Es en la cárcel, embarazada y separada de su pueblo, cuando descubre las virtudes sobrenaturales: Fe, Esperanza y Caridad. Cuando vive de verdad lo que es la comunión eclesial, con las otras presas en la Prisión de Gachas Colorás en Almería. Y cómo el trato con las presas le acerca a la vida de fe, a través del rezo del rosario, de la Virgen María.
Emilia resiste la prueba, durísima prueba, de no delatar a su catequista. A pesar de estar embarazada y de prometerle más comida y la liberación de su marido. Emilia resiste la tentación, por lealtad humana y por agradecimiento por la Fe recibida. Emilia en la cárcel, ha vuelto a ser la joven alegre de siempre. ¡Gracias, Emilia!
Emilia en la cárcel, se comporta bien. Viste de forma decorosa, habla bajito, hace amistad con las otras mujeres, payas. ¡Gracias, Emilia!
Emilia lleva adelante su embarazo con dificultad. Con hambre, frío, enfermedad, hemorragias. Sigue adelante, sin hacer ninguna “tontería”. Como buena gitana, ama la familia y ama la vida. ¡Gracias, Emilia!
Emilia nos demuestra que nunca es demasiado tarde para volver a Dios. Que en él encontramos el sentido de la vida, la libertad auténtica, la alegría profunda. ¡Gracias, Emilia!
Agradezco de veras la ayuda recibida de tantas personas, de Tíjola, Almería, Madrid y Murcia. A la familia de Emilia. A tanta gente buena que hay por ahí. Me siento muy contento de haberles conocido y de haber tenido la oportunidad de escribir sobre Emilia, la bella gitana de Tíjola. Me siento muy honrado por ello. Por otra parte, pido disculpas si no he estado a la altura de las circunstancias.
El libro lo he dividido en cuatro partes.
I: Infancia y Juventud (la tierra).
II: Inquietud y zozobra (el aire).
III: La conversión y la muerte (el fuego).
IV: Emilia la canastera, mártir del rosario (la semilla).
El libro va ganando en intensidad. Todas las partes son necesarias, aunque cada uno tendrá sus preferencias.
Wiki Martyres
Para los que no le conozcan, Santiago Mata -doctor en Historia y licenciado en Periodismo- es autor de El tren de la muerte (2011) y Holocausto Católico. Los mártires de la Guerra Civil (2013). Además del blog La Catedral de los Mártires. Santiago Mata, en 2012, puso en marcha una enciclopedia con motor de MediaWiki para recoger los millares de testimonios que se guardan en el Archivo Histórico Nacional sobre la persecución religiosa durante la Guerra Civil Española y la Segunda República.
AVISO que las fotos del siguiente enlace son muy duras. Santiago Mata recoge la Documentación sobre las exhumaciones en el pozo de La Largarta, CG, legajo 1158, expediente 2, 122 folios. Ofrecemos dos fotos del 4 de febrero de 1941 sobre los trabajos de exhumación de los cadáveres en la Lagarta.
En un artículo, colgado el 11 de julio de 2016 y que titula El Pozo de la Lagarta, en Tabernas, es el lugar de Almería donde murió mayor número de mártires.
Nos traslada al pozo de la Lagarta, en Tabernas (Almería) para hablarnos del martirio de tres lasalianos.
Los tres -afirma- fueron ejecutados en la madrugada del 31 de agosto de 1936 y sus cadáveres fueron arrojados al pozo de la Lagarta, en Tabernas. Según Alfredo Gallego Fábrega, a este pozo fueron arrojadas 31 personas que ya han sido beatificadas (sin contar las que lo serán próximamente): además de estos tres hermanos de las Escuelas Cristianas, 24 sacerdotes diocesanos, dos jesuitas y dos dominicos.
En este resumen de la Causa General aparecen tres fotos (nº 40-42) de cadáveres exhumados de ese pozo, con las manos atadas a la espalda y estragulados. El pozo fue “inagurado” en la noche del 30 al 31 de agosto de 1936, arrojando a 22 personas, entre ellas dos jesuitas y dos dominicos. 86 cadáveres exhumados de ese pozo y del de Cantavieja (Tahal) fueron llevados al Valle de los Caídos.
http://es.martyres.wikia.com/wiki/Tabernas
Los mártires de Turón (Granada)
En el año 2008, el 9 de noviembre, el Diario de Almería titulaba Rezos y lágrimas en el viejo campo de trabajo de Turón. Una delegación almeriense homenajea a los mártires de la 'Cuesta de la Amargura'
Firma el artículo I. Gómez y en él podemos leer:
«La Delegación Episcopal para las Causas de los Santos del Obispado de Almería organizó el jueves una jornada martirial en el municipio granadino de Turón, que hace 70 años fue uno de los mayores campos de exterminio de Andalucía, para recordar a los ocho mártires, en causa de canonización, que perdieron su vida por razones religiosas. Medio centenar de familiares y amigos, párrocos e incluso el Obispo de Almería, Adolfo González Montes, se desplazaron hasta el pueblo de la Alpujarra para celebrar una jornada de recuerdo en la que no faltó una oración en la Cuesta de la Amargura por los "siervos de Dios" José Quintas, José Casinello, Rafael García, Juan Moya, José Pérez, Tomás Valera González, Francisco Salinas y Luciano Verdejo.
A las once y media se celebró una misa en la parroquia de la Encarnación, prisión en los años de la Guerra Civil, que fue presidida por el Arzobispo de Granada y a continuación se realizó el descubrimiento de la lápida martirial donde perdieron la vida los seglares. Por último, la delegación de Almería participó en una comida fraterna con vecinos de Turón.
Fue un día emotivo, de dolor, en el que los familiares de unos jóvenes sacrificados por defender fe cristiana leyeron sus pequeñas semblanzas y portaron en todo momento con orgullo fotografías de antaño. Turón no se borrará nunca de sus memorias, por ser desgraciadamente un auténtico campo de exterminio, a la altura de los que se conocen de Polonia y Alemania. El 3 de mayo de 1938 salía la primera expedición con 12 camiones de presos enviados por el gobernador Céspedes al entonces jefe militar de Berja con una nota que indicaba: Ahí te mando 300 fascistas, cuando se te acaben te mandaré más».
Os ofrezco además:
http://www.ideal.es/granada/provincia-granada/201609/05/martires-turon-20160902022315.html
Este es el libro de Alfonso Zamora:
http://www.cardenaldonmarcelo.es/blog/martires_turon.pdf
Firma el artículo I. Gómez y en él podemos leer:
«La Delegación Episcopal para las Causas de los Santos del Obispado de Almería organizó el jueves una jornada martirial en el municipio granadino de Turón, que hace 70 años fue uno de los mayores campos de exterminio de Andalucía, para recordar a los ocho mártires, en causa de canonización, que perdieron su vida por razones religiosas. Medio centenar de familiares y amigos, párrocos e incluso el Obispo de Almería, Adolfo González Montes, se desplazaron hasta el pueblo de la Alpujarra para celebrar una jornada de recuerdo en la que no faltó una oración en la Cuesta de la Amargura por los "siervos de Dios" José Quintas, José Casinello, Rafael García, Juan Moya, José Pérez, Tomás Valera González, Francisco Salinas y Luciano Verdejo.
A las once y media se celebró una misa en la parroquia de la Encarnación, prisión en los años de la Guerra Civil, que fue presidida por el Arzobispo de Granada y a continuación se realizó el descubrimiento de la lápida martirial donde perdieron la vida los seglares. Por último, la delegación de Almería participó en una comida fraterna con vecinos de Turón.
Fue un día emotivo, de dolor, en el que los familiares de unos jóvenes sacrificados por defender fe cristiana leyeron sus pequeñas semblanzas y portaron en todo momento con orgullo fotografías de antaño. Turón no se borrará nunca de sus memorias, por ser desgraciadamente un auténtico campo de exterminio, a la altura de los que se conocen de Polonia y Alemania. El 3 de mayo de 1938 salía la primera expedición con 12 camiones de presos enviados por el gobernador Céspedes al entonces jefe militar de Berja con una nota que indicaba: Ahí te mando 300 fascistas, cuando se te acaben te mandaré más».
Os ofrezco además:
http://www.ideal.es/granada/provincia-granada/201609/05/martires-turon-20160902022315.html
Este es el libro de Alfonso Zamora:
http://www.cardenaldonmarcelo.es/blog/martires_turon.pdf