de marzo
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
TE QUIERO, PAPÁ
Ayer dedicamos la tarde a varios trabajos: unas, en la huerta preparando el invernadero para sembrar; otras, empaquetando libros y cruces para varios retiros. Al final de la tarde nos juntamos y nos pusimos a compartir.
Les hice una pregunta:
-¿Qué recordáis del día del padre?
Cada una se fue al baúl de los recuerdos y sacaron sus mejores momentos.
Una dijo:
-Recuerdo una "mariquita portalápices" hecha con barro en donde los puntos negros eran agujeros para meter bolígrafos. ¡Pero lo que mas ilusión me hizo es que lo tenía puesto en la mesa de su oficina!
Otra comentó:
-Me acuerdo de cuando ya estaba trabajando. Las alumnas se esmeraban en los regalos de sus padres y yo... ¡en los del mío! Lo mismo que hacían ellas lo hacía yo y se lo hacía llegar. Así, cuando volvía a casa, encontraba el marco hecho de plastilina con mi foto y un enorme "TE QUIERO, PAPÁ" presidiendo el cuarto de estar.
Otra comenzó a contar:
-Recuerdo que, siendo muy niña, nos dijeron en el cole que íbamos a hacer a nuestros padres un "marcapáginas" para regalárselo en el día del padre. Era tan pequeña que no tenía ni idea de qué era aquello de un "marcapáginas", pero me daba igual: estaba feliz de poder regalarle algo hecho por mí. Llegó el día del padre, fui corriendo a felicitarle y a darle mi regalo, y, para mi sorpresa, él me respondió "¡Un marcapáginas, justo lo que necesitaba!". Me impactó tanto su respuesta que se me quedó totalmente grabado aquel día.
Otra compartió:
-Recuerdo una camiseta. Yo estaba en preescolar y, al llegar el día del padre, la profesora nos pidió que cada uno lleváramos una camiseta blanca para pintarla. En grande escribimos "Papá, eres un..." y debajo pintamos un sol enorme. Años después mi padre seguía poniéndose esa camiseta, la que yo le había pintado... ¡Me hacía sentir muy especial!
Otra dijo:
-Recuerdo muchos momentos buenos, en el colegio hacer el marco de fotos con macarrones... pero lo que más recuerdo es ahorrar poco a poco para este día comprarle la corbata más bonita que encontraba. Me recorría mil sitios hasta dar con una elegante, bonita, fina y, si fuera posible, de seda: ¡mi papá tenía que ir como un príncipe!
Hoy es un día especial donde nos sale del corazón dar gracias al Señor por la vida, por nuestro padre. Es verdad que a veces no han sido lo que nos hubiera gustado o como habríamos esperado, pero el Señor un día le necesitó para que, de un acto de amor, naciésemos tú y yo. Por ello, hoy no te quedes en lo que no ha sido, quédate con lo que sí ha sido. Vive desde el don de la vida.
Hoy el reto del amor es decir a tu padre que le quieres. Si no tienes padre, díselo a tu abuelo, a tu tío... o a esa persona que es un padre contigo. Da gracias al Señor por su vida, y a él, dale las gracias por ser padre con un pequeño detalle. Tal vez sea algo hecho a mano o comprado; lo importante es que te has parado a pensar, le has dedicado tiempo. Muchas veces, no es tanto el valor de lo q se regala... sino el mensaje que esconde detrás. Este año, no des el amor por supuesto, no te quedes sin decírselo: Te quiero, papá.
Porque el amor necesita palabras... te quiero, papá.
VIVE DE CRISTO