Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
PELEA CONTRA LA CAJONERA
Por la noche fui al piso de abajo a apagar el ordenador. En la mesa encontré un USB. Abrí el cajón del escritorio, puse el USB en su sitio y... ¡clonc! ¡¡Imposible cerrar!!
Algo se había caído por detrás. Traté de meter la mano, pero era demasiado estrecho. Abrí el cajón de encima y, como es más grande, pude meter el brazo entero hasta alcanzar el obstáculo: una caja. La cogí y... ¡¡crash!! ¡La manga del hábito se había quedado pillada en algo!
Aunque gritase, no me oirían. Y ya nadie me esperaba hasta las 6 de la mañana. Podía intentar quitarme el hábito con una sola mano...
"Señor", pensé, "échame Tú una mano..."
De pronto vino a mi cabeza: "Más vale maña que fuerza". Moví suavemente la manga a un lado, a otro... ¡y salió sin esfuerzo!
Creo que así nos pasa muchas veces a nosotros: nos "enganchamos" por tener opiniones distintas, diferentes puntos de vista sobre cómo afrontar una situación... y podemos quedarnos atrapados en la discusión. Sin embargo, ¡Cristo tiene otra alternativa!
Cristo cuenta con que somos humanos: lo normal es que veamos las cosas de diferente manera unos de otros, y eso no lo va a cambiar: ¡lo que va a cambiar son tus ojos!
Cristo quiere regalarte unos ojos nuevos de amor y respeto para que veas que las diferencias te descubren nuevas posibilidades, y que los "enganchones" son en realidad oportunidades de enriquecimiento mutuo.
Hoy el reto del amor es aplicar el dicho "más vale maña que fuerza". Para ello, pide a Cristo poder estar abierto a lo que te digan los demás. Y si hoy tienes algún enganchón, ¡no uses la fuerza de las razones, sino la maña del amor! Trata de entender a la otra persona, de comprender sus ideas: ¡con suavidad, lo enganchado se suelta sin romperse! ¡Feliz día!