Estuvo de acuerdo, pero añadió otro aspecto que yo, rápidamente, agregué a mi lista de convicciones: Europa, la Europa cristiana (no hay otra), también se había construido en torno a las peregrinaciones que la surcaron de arriba a abajo. Basta pensar en el Camino de Santiago para comprender lo acertado de esta observación.
Pues bien, esto de las peregrinaciones no es algo sólo del pasado. Sigo habitualmente varios medios informativos católicos franceses y les puedo asegurar que allí las peregrinaciones están viviendo un resurgir indudable. Con efectos también indudables. Les comparto algunos ejemplos:
A menudo nos preguntamos sobre de dónde surge la vitalidad que muestran algunas realidades de Iglesia en Francia. Quizás el hecho de que allí los católicos sean "un pueblo que camina" no sea ajeno a ese fenómeno.