Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 

PISTOLETAZO DE SALIDA

-¡En breves momentos tendrá lugar el pistoletazo de salida! -oímos anunciar por un megáfono el domingo a las 8 de la mañana. Nos asomamos y vimos un grupo de ciclistas preparados para salir.

-¡Por las inclemencias del tiempo, hemos tenido que cambiar el recorrido! -anunció después el megáfono.

Lerma en pleno invierno, domingo, 8 de la mañana, cambio de recorrido por clima... ¡¿y esos valientes en bici?!

Pero les miraba y pensaba en la meta. Nadie dijo nada por el cambio de recorrido, pero... ¿y si hubiesen quitado la meta? Imagina que hubiesen dicho:

-Como por la niebla tendréis dificultades para encontrar la meta, que cada uno se apañe y pare donde vea oportuno.

Pero no, la meta seguía ahí. La meta para todos; unos llegarían antes; otros, después, pero la meta era la misma para todos. Para los de delante, un coche marcaba el camino, y para los rezagados otro coche se aseguraba de que nada ocurría.

Muchas veces nos centramos en las dificultades del camino y olvidamos que la meta siempre es la misma. Nos confundimos de camino y retrocedemos unos kilómetros; a veces una pequeña avería nos hace parar; otras, el cansancio dificulta la marcha... Miedo, debilidad, dificultades...

Pero Cristo cuenta con el momento por el que estás pasando. Él va en ese coche que se detiene para levantarte, para agarrarte fuerte de la mano y curar cada una de esas heridas que llevas dentro de ti y que en tantos momentos te impiden pedalear. Cristo te acompaña durante toda la carrera; ¿antes?, ¿después?, sólo quiere que llegues, que seas Feliz.

Hoy el reto del amor es que pidas ayuda al coche escoba: entra en una iglesia y dile qué es lo que no te deja pedalear. No estás solo en la marcha. Cristo siempre está a tu lado y la meta siempre está ahí para ti, estés como estés, ¡con Él todo es diferente!

VIVE DE CRISTO