Catalunya Cristiana, semanario de información y de cultura religiosa, da hoy -en su número 2.175 de 30 de mayo de 2021 (bajo estas líneas)- un giro inesperado en la información de la causa del Obispo mártir de Barcelona, el siervo de Dios Manuel Irurita Almandoz.
La sorpresa ha sido doble ya que estaba a punto de escribir comentando la entrevista que Carme Munté hizo en este mismo semanario, el pasado 9 de mayo, a Josep Maria Ràfols, tras haber publicado "La increïble història del bisbe Irurita".
En la recámara tenía todavía por contestar el artículo del historiador Antonio Gascón Ricao, sobre la recensión del libro de Ràfols, publicada en su blog el 11 de abril. Solo este párrafo de su crítica para ver los derroteros de por dónde camina:
«El trabajo [de Ràfols] en cuestión le costó al periodista e historiador Josep M. Ràfols más de cuatro años y medio, cosa de creer al ver los archivos en los que ha estado trasteando, está compuesto por 351 páginas, subdivididas en 10 capítulos, con 104 apartados genéricos, con una Introducción, y 10 páginas de Conclusiones, que de hecho resulta ser la parte más floja de la obra, al fiar el autor “en un supuesto informe” elaborado por un espía franquista de nombre desconocido, informe que el autor no reproduce íntegro, ni en imagen o en anexo, pero con el que juega hábilmente y con gran oficio para llegar a la conclusión final que al autor le interesa, afirmando lo que no confirma la propia documentación en la que apoya su historia».
Para terminar con el guiso, La Vanguardia también publicó una recensión de la obra de Ráfols, aquí por pluma de Josep Playà Maset. Este recuerda que «en 1993 el cardenal Ricard Mª Carles revitalizó el proceso de canonización (que se había iniciado en 1958). Él mismo encargará unas pruebas de ADN el año 2000 para asegurar que la persona enterrada en la catedral, es el obispo y desde el 2002 toda la documentación se halla en Roma».
Me interesa mucho esta afirmación (no digo que crea en ello Playà) si no porque informa de los hechos históricos en el año 2000 y en el 2002. Y vuelvo al principio de lo que hoy publica Catalunya Cristiana ¡¡¡sorprendentemente!!! invitando a la reapertura del proceso de Monseñor Irurita...
El proceso diocesano, como se llamaba antes, ya se clausuró en 2002. Y como tuve a bien explicar, cuando de forma particular mantuve una conversación con Roma -a raíz de la publicación de vida_grafica_irurita.pdf (cardenaldonmarcelo.es)-, son los demás los que tendrán que enfrentarse a un árbol genealógico que romper la línea del ADN mitocondrial para su sobrino MARCOS GOÑI y ante las pruebas científicas del 99% del ADN.
Y esa Increíble (¡vaya título, ni a propósito!) historia del Obispo Irurita publicada por Ràfols llena de elucubraciones sin sentido... tampoco ofrece nada para enfrentarse al mundo científico.
Estoy deseando que HISPANIA MARTYR publique, por fin, sus conclusiones.
CATALUNYA CRISTIANA, reapertura del proceso, posible reliquia ¿y marcha atrás en su línea editorial?
1. El director del semanario, Jaume Aymar i Ragolta es sacerdote de la archidiócesis de Barcelona. Desde septiembre de 2008 es director de Radio Estel, emisora del arzobispado de Barcelona, y Catalunya Cristiana.
2. Asombrosamente (respecto al posicionamiento constante sobre el Obispo mártir de Barcelona) el artículo en la página 19 lo firma Aymar y lo titula: Una posible reliquia del obispo Irurita.
3. Afirma Aymar que "un veterano suscriptor se puso en contacto con la redacción, para expresar su voluntad de revelar un secreto familiar: conservan una reliquia del Obispo de Barcelona, Manuel Irurita, un recorte de la camisa que llevaba en el momento en que fue fusilado en el cementerio de Montcada en diciembre de 1936. El fragmento presenta orificios de bala y manchas de sangre.
Esta supuesta reliquia -continua explicando Aymar- la había recibido de su padre, que a su vez se la habría entregado el canónigo Mariano Vilaseca, el cual en una nota manuscrita, afirma:
Este pedazo lo quité yo mismo de la caja que contenía los restos del Obispo mártir, en la tarde del 9 de diciembre de 1943, en el mismo cementerio de Moncada, cuando sus restos fueron sacados del nicho y colocados en otro ataúd rico, para ser trasladados el día siguiente desde Moncada a la catedral de Barcelona. Lo juro y lo firmo. Barcelona, 11 de diciembre de 1943. Mariano Vilaseca, canónigo.
Aymar hace una reseña del canónigo de la Catedral de Barcelona, Mariano Vilaseca Terradellas (1880-1975). [Bajo estas líneas el canónigo Vilaseca (2) junto al rey Alfonso XIII, el 16 de enero de 1930, en la inauguración del Hospital de la Sana Cruz y San Pablo de Barcelona].
«Ahora -termina el director de Catalunya Cristiana- el descubrimiento de esta presunta reliquia, que será entregada a la autoridad eclesiástica competente, puede ser una nueva aportación para la reapertura del proceso de monseñor Irurita».