Evidentemente que hay palabras que curan, que consuelan, que dan ánimo, que ofrecen paz, serenidad... y que si son administradas -dichas- correctamente -con amor- son la terapia más antigua que conoce el hombre.
Santa Teresa de Jesús corroboraba hace siglos: «Con frecuencia basta una palabra y una sonrisa para dilatar a un alma triste.»
Y es que: hay palabras que curan.
Alimbau, J.M. (1998). Palabras para momentos difÃciles. Barcelona: Ediciones STJ.