No se vive sin la fe. La fe
es el conocimiento del significado
de la vida humana.
La fe es la fuerza de la vida.
Si el hombre vive es porque cree en algo.
-LEON TOLSTOI-
Patxi y Mertxe son un joven matrimonio que perdieron un hijo de 10 años. Cuando entré en la sala del Tanatorio, Mertxe salió a recibirme con una sonrisa serena que, ya de entrada, me desarmó.
─Gracias por venir, Antonio. Ven, mira a nuestro angelito. Hemos sufrido mucho, pero con fe. Y el sufrimiento con fe tiene sentido y da plenitud.
Patxi, su padre, y yo estamos muy orgullosos de que Toñín se nos haya adelantado. El ya llegó a la meta y por eso estamos seguros de tener un angelito en el cielo. Y eso nos satisface, aunque también, claro, nos duela.
El niño en su ataúd, parecía un ángel serenamente dormido. Al verlo me acordé del Doctor Vallejo Nájera, el famoso psiquiatra que, cuando le diagnosticaron un cáncer y le dijeron que tenía los días contados, se fue a TVE y el, por aquel entonces, famoso presentador Jesús Hermida, le hizo una entrevista que impactó a toda España.
─Tú, Juan Antonio, famoso psiquiatra, gran amante de la vida, ¿no te desesperas, no te deprimes, cuando te diagnostican un cáncer y te dicen
que tienes los días contados? ¿No hay un deje de desesperación y miedo
cuando uno tiene la muerte a la vuelta de la esquina?
─No, para nada. Mira, Jesús, yo soy católico y sé que la vida no termina; se transforma. Yo por eso llamo a la muerte: «la puerta de la esperanza».
Cuando acabé la visita y después de rezar ante el féretro del niño, me despedí del matrimonio:
- Patxi, Mertxe me habéis impactado; no sé si daros el pésame o la enhorabuena.
- Las dos cosas, me dijo Mertxe (siempre más locuaz que Patxi). Humanamente nos queda un hueco que duele, pero espiritualmente es un gran gozo haber colaborado con Dios para tener un angelito en el cielo.
Alegría en el dolor porque él ya ha llegado y será feliz eternamente.
Me marché impresionado con el testimonio de Patxi y Mertxe. Por la calle me vinieron a la mente los versos de José Luis Martin Descalzo:
Y entonces vio la luz. La luz que entraba
por todas las ventanas de su vida
vio que el dolor precipitó la huida
y entendió que la muerte ya no estaba.
Morir sólo es morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba.
Está claro: la fe da a todo otro sentido, otro punto de vista. Con la fe, la muerte, por ejemplo, no es el final de nada; la muerte es... la puerta de la esperanza.
es el conocimiento del significado
de la vida humana.
La fe es la fuerza de la vida.
Si el hombre vive es porque cree en algo.
-LEON TOLSTOI-
Patxi y Mertxe son un joven matrimonio que perdieron un hijo de 10 años. Cuando entré en la sala del Tanatorio, Mertxe salió a recibirme con una sonrisa serena que, ya de entrada, me desarmó.
─Gracias por venir, Antonio. Ven, mira a nuestro angelito. Hemos sufrido mucho, pero con fe. Y el sufrimiento con fe tiene sentido y da plenitud.
Patxi, su padre, y yo estamos muy orgullosos de que Toñín se nos haya adelantado. El ya llegó a la meta y por eso estamos seguros de tener un angelito en el cielo. Y eso nos satisface, aunque también, claro, nos duela.
El niño en su ataúd, parecía un ángel serenamente dormido. Al verlo me acordé del Doctor Vallejo Nájera, el famoso psiquiatra que, cuando le diagnosticaron un cáncer y le dijeron que tenía los días contados, se fue a TVE y el, por aquel entonces, famoso presentador Jesús Hermida, le hizo una entrevista que impactó a toda España.
─Tú, Juan Antonio, famoso psiquiatra, gran amante de la vida, ¿no te desesperas, no te deprimes, cuando te diagnostican un cáncer y te dicen
que tienes los días contados? ¿No hay un deje de desesperación y miedo
cuando uno tiene la muerte a la vuelta de la esquina?
─No, para nada. Mira, Jesús, yo soy católico y sé que la vida no termina; se transforma. Yo por eso llamo a la muerte: «la puerta de la esperanza».
Cuando acabé la visita y después de rezar ante el féretro del niño, me despedí del matrimonio:
- Patxi, Mertxe me habéis impactado; no sé si daros el pésame o la enhorabuena.
- Las dos cosas, me dijo Mertxe (siempre más locuaz que Patxi). Humanamente nos queda un hueco que duele, pero espiritualmente es un gran gozo haber colaborado con Dios para tener un angelito en el cielo.
Alegría en el dolor porque él ya ha llegado y será feliz eternamente.
Me marché impresionado con el testimonio de Patxi y Mertxe. Por la calle me vinieron a la mente los versos de José Luis Martin Descalzo:
Y entonces vio la luz. La luz que entraba
por todas las ventanas de su vida
vio que el dolor precipitó la huida
y entendió que la muerte ya no estaba.
Morir sólo es morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba.
Está claro: la fe da a todo otro sentido, otro punto de vista. Con la fe, la muerte, por ejemplo, no es el final de nada; la muerte es... la puerta de la esperanza.