Gonzalo de Estuñiga y Leyva (Valladolid, 1390? - Granada, 24 de marzo de 1457) eclesiástico castellano, murió martirizado. Obispo de Plasencia, (14151422) y obispo de Jaén, (14221456), luchó en la guerra de Granada, obispo muy cristiano, valiente y fogoso, sus hazañas según cuentan los romances de su época, su mayor pasión fue el guerrear contra los moros, miembro de la casa de Zúñiga.
Fue obispo de Plasencia y luego trasladado a Jaén.
Gonzalo fue nombrado obispo de la Diócesis de Jaén en 1422. En Jaén tuvo una hueste de valientes guerreros, que junto con la del Adelantado de la Frontera de Jaén, Diego Gómez de Ribera, vencieron a los moros en la refriega de la Colomera en 1423, y juntos defendieron la frontera de Jaén hasta mayo 1434, mes en que murió el adelantado de un saetazo recibido en el sitio de Alora. El obispo Gonzalo tomó parte en la campaña de Granada del rey Juan II de Castilla y participó con su hermano Pedro y con sus hijos Diego e Íñigo en la célebre Batalla de la Higueruela librada el 1.º de julio de 1431. En 1435 participó en una dura batalla contra los granadinos, la tala de cosechas e incendios provocados en Guadix, que se cita como victoria de las huestes cristianas. En ésta le mataron el caballo, "é quedó a pie con la espada en la mano, peleando e yendo adelante entre los moros, fasta tanto que fueron vencidos", dice la crónica. Sus hazañas fueron muy conocidas en su tiempo y su persona fue cantada por los juglares en romances, como aquél:
«Ay mi Dios, que bien parece el Obispo Don Gonçalo,
armado de todas armas hasta los pies del caballo»
En un encuentro con el ejército moro en la frontera de Jaén el 13 de marzo de 1456 fue hecho prisionero, llevado a Granada y encarcelado. Otorgó testamento el 7 de noviembre de 1456 y obtuvo bula del papa Eugenio IV. En su cautiverio le dieron violento fin el 24 de marzo de 1457. Su persona y hazañas fueron tan conocidas en su tiempo, que inspiraron a los juglares en sus romances y cantares, como lo relata el otro romance:
«Dia era de San Antón, ese santo señalado,
cuando salen de Jaén cuatrocientos hidalgos;
por capitán se lo llevan al Obispo Don Gonçalo
armado de todas armas, en un caballo alazano;
todos se visten de verde el Obispo azul y blanco»