¿ Que hay que conocer para compartir la vida?             

    Quizás la mayor decisión que tome una persona en su vida sea aquella de con quién compartirla. Con quién va a vivir uno, se va a entregar y va a ser el depositario de las intimidades que tenga es una de las decisiones que debemos de tomar con un cuidado exquisito. Casarse con alguien que merezca la pena es fundamental.

    Decía Ibsen que hay personas que son como las cebollas a las que va uno quitando capas buscando el núcleo y se da cuenta que esa persona no tiene núcleo, no es nada. Cuando se muera- seguía diciendo- en la lápida habría que poner: Aquí yace nadie.

    Aunque parezca mentira actualmente hay muchas personas con esas características. Muchas de ellas muy guapas. Pero no tienen nada dentro. Es importante vivir ese periodo en el cual una pareja se conoce mirando lo que la persona lleva en el núcleo independientemente de su físico, para saber si podemos compartir nuestra vida afectiva con ella, no vaya a ser que la compartamos con nadie, porque no tiene nada dentro. Eso no quiere decir que dejemos de lado el físico. Nos tiene que gustar. Pero tenemos que profundizar. Tiene que ser más que cuerpo. Vamos a establecer una relación entre personas, no entre cuerpos solamente. Tiene que tener valores.

vendrán.    Cuando la vida apriete hay que saber en qué se va a apoyar el otro y que ese apoyo sea sólido, fuerte, maduro, no quebradizo. Muchas parejas actualmente son como las cebollas. No hay nada en el núcleo. Así no es fácil construir algo. O adquieren formación o esa pareja estará en un equilibrio inestable. Cualquier cosa la pone en duda.

    Para compartir la vida, buscar a alguien con núcleo, que sepa amar, que sea maduro. Si la vida ya está compartida, entonces formarse que es darse argumentos para amar más y mejor. Aunque se sea muy maduro, formación que asegura la continuidad.

     En definitiva, no llamar creencias, valores, a los que son simples opiniones. Un opinión es lo que yo sostengo, unos valores, unas creencias es lo que me sostiene a mi. Tenemos que saber lo que sostiene al otro en los momentos duros de la vida, que sin duda aparecerán.

    Cuando una persona se forma en lo profesional y en lo personal, cuando cae, se levanta. Si no se forma, antes o después, se queda en el suelo. Por tanto, si en las cosas importantes de la vida nos formamos, nos estamos asegurando la continuidad de nuestros amores.

Para oír audios del autor en ivoox. canal José María Contreras Luzón  https://www.ivoox.com/jose-maria-contreras-luzon_sb.html?sb=jose+maria+contreras+luzon

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