Se han cumplido ayer ochenta años exactos del llamado Pacto Molotov-Von Ribbentrop (el único pacto de la historia conocido por el nombre de dos simples ministros, pregúntense Vds. por qué), que en realidad debería ser mejor conocido como Pacto Germano-Soviético, o todavía con mayor exactitud histórica, Pacto Nazi-Comunista, por el que la Alemania nazi de Hitler y la Rusia bolchevique de Stalin unían sus destinos en la Segunda Guerra Mundial, una situación que duró nada menos que 669 días. A Vd. que sin duda sabía, -porque eso y sólo eso es lo que machaconamente nos han repetido-, que en virtud de dicho pacto Alemania y Rusia se repartieron Polonia, ¿a que no se le había ocurrido enfocarlo de esta manera “tan peculiar”?
Acostumbran a contarnos en la escuela y en la televisión que la Segunda Guerra Mundial fue una guerra que libraron los componentes del Eje, es decir, Alemania, Italia y Japón, contra los llamados Aliados, a saber, Gran Bretaña, Estados Unidos y Unión Soviética, sin mayor explicación ni matización alguna. Pocos reparan en que de todos estos contendientes, hay uno que cambió de bando, algo que por cierto, tardó casi dos enteros años en hacer. Ese contendiente es, precisamente, la Unión Soviética, que por mor del pacto cuyo aniversario celebramos ayer, empezó la guerra en el bando nazi, aunque hoy día sean muy pocos los que lo recuerdan y muchos los que se dedican a echar tierra sobre el espinoso asunto, para lo que se valen de tácticas tan burdas, pero tan eficaces por otro lado, como la de llamarlo por el nombre de dos simples ministrillos.
Por cierto que para que eso ocurriera, es decir, para que los comunistas soviéticos cambiaran de bando y abandonaran el que les unía a la Alemania nacional socialista, ojo, la Alemania de las SS y del Holocausto, ésta tuvo ni más ni menos que invadirla sin previa declaración de guerra ¡con cuatro millones y medio de soldados!, cosa que hizo el 22 de junio de 1941, pues hasta ese momento la Unión Soviética se había negado sistemáticamente a apoyar a quien en el malllamado bando de "los aliados" -porque "el aliado" por aquel entonces era sólo uno-, se resistía en solitario al nazismo, el Reino Unido del tenaz Winston Churchill. Y eso que el servicio de inteligencia británico había advertido en repetidas ocasiones del ataque al tirano Stalin, aunque éste prefiriera mirar para otra parte y esperar de la Providencia que la agresión de su aliado no se produjera.
Por eso, cuando al día de hoy los comunistas españoles y del mundo entero, pero los españoles en particular, le recetan a los demás el ya cansino epíteto de "fascista" o "nazi", no estaría mal que alguien les recordara que la Gran Madre Comunista fue el primer y mejor aliado del Régimen nacionalsocialista de ese monstruo llamado Hitler, el que hizo posible la escalada bélica que condujo a la carnicería más grande que la historia haya conocido y que, por si ello fuera poco, el que rompió tan ominoso pacto no fue, a la postre, la Unión Soviética, sino la Alemania nazi. Aunque mucho me temo que esperar tanta imaginación y tanto coraje de las derechas europeas, y particularmente de la española, sea mucho esperar, ¿no les parece?
Que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos.
©L.A.
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