José Álvarez Allende, párroco de San Bernardo y director espiritual de la Hermandad del mismo nombre, falleció ayer en Sevilla a la edad de 97 años, el día 15 de noviembre de 2009, concretamente en la clínica Santa Isabel, donde había ingresado como consecuencia de empeorar su estado de salud, ya que hacía tiempo que no se encontraba bien, agravándose el mismo en las últimas semanas.
José Álvarez Allende, conocido por todos como «Don José», nació el 3 de enero de 1912 en la localidad leonesa de Burón. Sus padres eran los administradores del Palacio de Allende, ya que su madre era familia del senador Tomás Allende.
Desde joven sintió la llamada de Dios, ingresando en el Seminario de León y, con 23 años, cantó su primera misa. Fue el 10 de julio de 1935. Durante la guerra civil fue alférez capellán de la 5ª Brigada de Navarra, siendo condecorado en cuatro ocasiones.
De León a Sevilla
Tras la contienda fue capellán de la Fundación Allende en Burón y párroco de Retuerto y administrador del santuario de Nuestra Señora del Pontón.
Su llegada a Sevilla se produjo por una petición del cardenal Segura, a lo que se negó en un principio el prelado de León, que al final accedió por obediencia al purpurado.
Fue en 1951 cuando aterrizó en la ciudad de la Giralda. En los primeros años fue coadjutor de la parroquia de Santa Cruz. En noviembre de ese año es nombrado ecónomo de la de San Bernardo y en 1957 párroco tras ganar la plaza por oposición.
A partir de ese momento su labor fue fecunda en un barrio como el de San Bernardo, donde abundaba la pobreza en los corrales de vecinos. Don José hizo especial hincapié en los niños. En 1952 creó tres escuelas que posteriormente se convertirían en un colegio de EGB y en la actualidad es un colegio concertado. También una guardería, de la que siempre se ha sentido muy orgulloso.
Pero fue más allá y, no contento con aquello, fundó aulas con servicio de comedor, talleres ocupacionales y Formación Profesional.
Luego también creó el Hogar Parroquial donde se celebraban bodas, bautizos y comuniones, y la piscina parroquial, que data de 1960 para promover la natación y el deporte entre los jóvenes. Junto a todo ello, su labor pastoral, con la que supo unir barrio, parroquia y hermandad, un todo que hoy sigue vigente.
En 2001 el Papa Juan Pablo II le nombró prelado de honor de Su Santidad. Estaba en posesión de la Orden de Cisneros, con placa, y fue nombrado Cordial de Sevilla. En 1999, siendo alcaldesa Soledad Becerril, el Ayuntamiento rotuló una calle con su nombre en el barrio de San Bernardo.
Desde las 9.30 horas de hoy la parroquia de San Bernardo acogerá la capilla ardiente y a las 18 horas, el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, monseñor Amigo, presidirá el funeral por su eterno descanso en la parroquia.

Doce hermandades sevillanas llaman a un foro de formación cristiana con el nombre de este cura y párroco singular afincado en Sevilla.