No se trata de buscar a Dios, por un esfuerzo de voluntad, sino acoger a Jesús. Aquellos que se sienten autónomos o Fuertes, aquellos que quieren demostrar su importancia y ganar, aunque sea espiritualmente, corren el riesgo de no acoger a Jesús dulce y humilde de corazón. Ellos no tienen necesidad de Él.
REFLEXIONES SOBRE EL AÑO LITÚRGICO
JEAN VANIER