Hace unos días que clausuramos el I Congreso Nacional de la Divina Misericordia celebrado en Madrid. Un equipo formado por sacerdotes y laicos, bajo la autoridad del Sr. Obispo de Guadix D. Ginés García Beltrán, hemos venido preparando este acontecimiento durante un año. Había mucha ilusión y mucho amor de Dios en el empeño. Se fueron perfilando las aportaciones de todos, y por fin el programa vio la luz y pudimos mirar con esperanza el inminente Congreso. Se contaba con la bendición de la Conferencia Episcopal, y con la oración de muchísimos devotos del Amor de Dios.
El 22 de Octubre se abría solemnemente el evento en el Salón de Actos de la Fundación Pablo VI en Madrid. Cerca de 500 personas se dieron cita en el lugar elegido, ávidas de escuchar, rezar y celebrar. Abrió la sesión el Sr. Obispo de Madrid, que expuso la génesis de este Congreso. Continuó el Sr. Cardenal D. Antonio Cañizares, que expuso una panorámica de la teología de la Misericordia. Celebramos la Eucaristía en la Capilla del Centro, capaz para albergar a todos los asistentes. En el momento oportuno rezamos la Coronilla de la Divina Misericordia, y un grupo escogido de laicos y sacerdotes nos dieron su testimonio sobre el moldo como viven en su vida y en su actividad pastoral las obras de Misericordia. Posteriormente tuvimos la magnífica conferencia sobre la Confesión como sacramento de la misericordia dictada por D. Manuel González López-Corps, de la Universidad de San Dámaso.
Especial solemnidad tuvo la Vigilia de oración en la catedral de la Almudena presidida por el Sr. Arzobispo de Madrid D. Carlos Osoro Sierra. Se creó un ambiente de profunda oración ante el Santísimo expuesto en el altar mayor. Intervinieron las Hermanas venida del Santuario de Cracovia. Al final, al filo de las doce, se dio a besar las reliquias de Santa Faustina.
El domingo, el Sr. Obispo Auxiliar de Barcelona, D. Sebastián Taltabull, nos habló de las Obras de Misericordia, pormenorizando en cada una de ellas. Posteriormente las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia nos expusieron con emoción la espiritualidad de Santa Faustina Kowalska, ilustrando la conferencia con las proyecciones oportunas.
L a Eucaristía final, como clausura del Congreso, la presidió el Cardenal Arzobispo de Valladolid, y Presidente de la Conferencia Episcopal, D. Ricardo Blázquez. La homilía fue una valiosa aportación sobre el amor de Dios, y como debemos vivir el amor entre nosotros. Nos indicó las pautas a seguir en adelante para un buen funcionamiento a nivel nacional del Movimiento Apostolado de la Divina Misericordia.
Llegado el medio día nos reunimos todos en una comida fraterna en un restaurante céntrico de Madrid.
Realmente los organizadores, y el público en general, quedamos satisfechos por el clima, la fraternidad, el nivel doctrinal, y espiritual con que se vivió el Congreso. Era lo que realmente soñamos. Muchas personas asistentes han manifestado el gozo que han sentido por la presencia de Dios en estos dos días.
Nos seguiremos reuniendo a nivel nacional, y ya pensamos en el II Congreso que tendrá lugar dentro de tres años. Este verano tendra lugar la Gran Peregrinación Nacional a Polonia.
Gracias a Dios, y a la Virgen Santísima, que ha tenido estos detalles de amor con nosotros. La misericordia es el verdadero rostro de la Iglesia. Jesús, en Ti Confío.
juan.garciainza@gmail.com