Retomamos hoy la Guía del Hombre que empezamos antes de verano.
Como ya hace tiempo del último artículo, parece necesario recordar las conclusiones a las que ya hemos llegado y que muy sucintamente son:
Como ya hace tiempo del último artículo, parece necesario recordar las conclusiones a las que ya hemos llegado y que muy sucintamente son:
- La única explicación razonable al hecho de que algo exista (poníamos de ejemplo un ordenador) es Dios, el resto de supuestas soluciones siempre conducen al absurdo.
- Religión es lo que establece una relación auténtica con el Dios verdadero.
- Las condiciones para que una religión sea verdadera son tres: que proceda de Dios; que sea probada de forma concluyente con milagros (los cuáles sólo Dios puede hacer); y que tenga un medio que garantice su transmisión con total fidelidad.
- Sólo la Iglesia Católica cumple estas tres condiciones y, por tanto, solo ella puede aspirar a ser reconocida como la religión verdadera.
- Por último, las respuestas a las grandes preguntas (punto de partida de la Guía) nos las ha dado el mismo Dios y las encontramos en Su Revelación, conservada y transmitida de forma inalterada por la Iglesia durante siglos.
Llegados a este punto ¿con qué cuestión se supone que debería proseguir esta Guía? Pues si hemos llegado a que Dios es el que nos da las respuestas a las grandes preguntas, lo más lógico es preguntarnos qué sabemos de Dios, y cómo lo sabemos.
Lo empezaremos a ver el jueves.
Los Tres Mosqueteros
Lo empezaremos a ver el jueves.
Los Tres Mosqueteros