Retomamos hoy la Guía del Hombre que empezamos antes de verano.

Como ya hace tiempo del último artículo, parece necesario recordar las conclusiones a las que ya hemos llegado y que muy sucintamente son:
  1. La única explicación razonable al hecho de que algo exista (poníamos de ejemplo un ordenador) es Dios, el resto de supuestas soluciones siempre conducen al absurdo.
  2. Religión es lo que establece una relación auténtica con el Dios verdadero.
  3. Las condiciones para que una religión sea verdadera son tres: que proceda de Dios; que sea probada de forma concluyente con milagros (los cuáles sólo Dios puede hacer); y que tenga un medio que garantice su transmisión con total fidelidad.
  4. Sólo la Iglesia Católica cumple estas tres condiciones y, por tanto, solo ella puede aspirar a ser reconocida como la religión verdadera.
  5. Por último, las respuestas a las grandes preguntas (punto de partida de la Guía) nos las ha dado el mismo Dios y las encontramos en Su Revelación, conservada y transmitida de forma inalterada por la Iglesia durante siglos.
Llegados a este punto ¿con qué cuestión se supone que debería proseguir esta Guía? Pues si hemos llegado a que Dios es el que nos da las respuestas a las grandes preguntas, lo más lógico es preguntarnos qué sabemos de Dios, y cómo lo sabemos.

Lo empezaremos a ver el jueves.

Los Tres Mosqueteros