Dentro de la vida matrimonial, la cruz de la infertilidad suele ser una de los más dolorosas para la pareja. Todos los matrimonios cristianos, desean tener hijos para educarles y amarles, pero muchas veces los problemas de salud que causan la infertilidad, hacen que esto sea muy difícil y hasta imposible. Es entonces donde surgen las dudas y las constantes preguntas ¿Qué hacer en estos casos? ¿A quién recurrir y cómo proceder para buscar ayuda y soluciones?
En este artículo pretendemos dar algunas opciones, basándonos en lo que enseña el magisterio de la Iglesia cuando surge la infertilidad matrimonial.
Alternativas que no atentan contra la moral cristiana
- LA NAPROTECNOLOGIA:
Naprotecnología es una tecnología de reproducción humana que se viene desarrollando desde inicios de la década de 1980. Se desarrolló por Thomas W. Hilgers y su equipo en el Instituto Pablo VI, Omaha, EE.UU.
Naprotecnologia es una ciencia reproductiva que trabaja cooperativamente con el ciclo menstrual de fertilidad natural. Se basa en la evaluación estandarizada de los biomarcadores del ciclo menstrual de fertilidad, a través del denominado Creighton Model FertilityCare System, para el estudio científico de la salud fértil y ginecológica de la mujer. Esta investigación permite identificar con precisión las patologías o alteraciones en la salud que están afectando a la fertilidad para tratarlas eficazmente. La Naprotecnología va dirigida a todas las mujeres con regla, sea regular o irregular, desde la adolescencia hasta la menopausia. Ayuda en casos de: problemas de fertilidad, ciclos irregulares, dolores menstruales, sangrados anómalos, reglas demasiado abundantes, síndrome premenstrual, trastornos hormonales, endometriosis, anovulación.
En otros casos, más específicos y complejos quizá no sea de mucha ayuda pues no se trata de una técnica para quedarte embarazada. La Naprotecnología contribuye sobre todo a mejorar la fertilidad de la pareja buscando las causas con mayor precisión, pero no asegura un embarazo en todos los casos.
Aquí un testimonio sobre la Naprotecnología en este mismo portal: https://www.religionenlibertad.com/vida_familia/554692089/No-podia-tener-hijos-y-ademas-le-extirparon-una-trompa-gracias-a-la-Naprotecnologia-es-madre-de-3.html
- LA ADOPCION:
Es la alternativa más antigua y más requerida por una pareja cristiana que no ha podido tener hijos biológicos.
Tenemos algunos casos de adopción en la Biblia, por ejemplo en el AT en el libro del Éxodo se narra la historia de Moises, (Ex 2,1-10) también la historia de Ester tiene elementos de adopción, pues en ese mismo libro se cuenta como su tío la adopto porque ella era huérfana (Ester 2,7). Esto nos hace ver como 2 de los principales protagonistas del pueblo de Israel fueron adoptados.
En el reciente Magisterio de la Iglesia Católica, encontramos también referencias a la adopción. Así, el punto 501 del Compendio del Catecismo habla de la adopción «como una forma en la que los esposos a los que no se les ha concedido el don de un hijo biológico pueden mostrar su generosidad», y afirma que por este medio «ejercen una preciosa fecundidad espiritual».
San Juan Pablo II, el papa de la familia, también habló en su Encíclica Evangelium Vitae acerca de la adopción, en el punto 93: «Una expresión particularmente significativa de solidaridad entre las familias es la disponibilidad a la adopción o a la acogida temporal de niños abandonados por sus padres o en situaciones de grave dificultad. El verdadero amor paterno y materno va más allá de los vínculos de carne y sangre acogiendo incluso a niños de otras familias, ofreciéndoles todo lo necesario para su vida y pleno desarrollo».
Más recientemente, el Papa Francisco señalaba en los puntos 179 y siguientes de su Encíclica Amoris Laetitia: «La adopción es un camino para realizar la maternidad y la paternidad de una manera muy generosa, y quiero alentar a quienes no pueden tener hijos a que sean magnánimos y abran su amor matrimonial para recibir a quienes están privados de un adecuado contexto familiar. Adoptar es el acto de amor de regalar una familia a quien no la tiene (…). Los que asumen el desafío de adoptar y acogen a una persona de manera incondicional y gratuita, se convierten en mediaciones de ese amor de Dios que dice: “Aunque tu madre te olvidase, yo jamás te olvidaría” (Is 49,15). La opción de la adopción y de la acogida expresa una fecundidad particular de la experiencia conyugal....
Es preciso saber también, que la adopción requiere de varios requisitos y sacrificios que no todas las parejas creen poder cumplir. Sin embargo, cuando este acto de amor se coloca con paciencia en las manos providenciales de Dios, este proceso llega a ser gratificante y esperanzador, tanto así que hoy en día muchos matrimonios han optado por ello, no sólo en casos de infertilidad sino también para buscar ampliar familia o acoger a muchos niños abandonados por discapacidad.
- PATERNIDAD ESPIRITUAL:
La tercera alternativa es la de tener hijos espirituales fruto de un apostolado o misiones activas realizadas por el mismo matrimonio. Dios, muchas veces derrama su gracia por caminos que no nos esperamos, por eso dice la Escritura que siempre debemos alegrarnos en el Señor:
17 Pues aunque no florezca la higuera ni den las viñas uva en adelante; aunque falte el producto del olivo y se niegue la tierra a darnos pan; aunque no tenga ovejas el corral y se queden sin bueyes los establos;
18 yo seguiré alegrándome en Yavé, lleno de gozo en Dios, mi Salvador. Habacuc 3,17-18
El matrimonio infértil es como higuera no florecida, o viña que no da uvas, o tierra que no da fruto, que esto no sea motivo de tristeza y pena para la pareja, debe seguir alegrándose y llenándose de gozo en el Salvador pues él les proveerá de los medios para ser fecundos. Esto mismo enseña también el magisterio de la Iglesia:
“Sé que en tu país una pareja sin hijos debe sufrir una gran cruz, que debe ser tolerada con valentía durante toda la vida. A los cónyuges que no pueden tener hijos propios, les digo: Dios no les impide; vuestro amor mutuo es completo y fecundo, por tanto, está abierto a los demás, a las necesidades del apostolado, a las necesidades de los pobres, a las necesidades de los huérfanos, a las necesidades del mundo” - SANTA MISA PARA LAS FAMILIAS 1982 -HOMILIA DE JUAN PABLO II
Las técnicas de reproducción asistida no son nunca una alternativa
Cabe recordar que, bajo ningún caso, es lícito acudir a fecundación in vitro o a cualquier otro método que prescinda del acto sexual de los esposos para tener un hijo. (CIC 2375, 2376 y 2377).
Jesús Urones & Yasmín Oré