Hola, buenos dÃas, hoy Verónica nos lleva al Señor. Que pases un feliz dÃa.
BLANCAS
Estamos arreglando el callejón. Ayer estuvimos dando el último repaso de pintura. Lo mejor fue cómo acabamos... en comparación a cómo empezamos.
Cuando nos pusimos a pintar estábamos preparadÃsimas: que si guantes, que si máscara por si olÃa fuerte, que si gafas por si cae en los ojos, manteniendo la distancia intentando no mancharnos mucho... Pero fuimos cogiendo confianza, quitándonos las gafas, la mascara, los guantes y, al final, acabamos todas perdidas de blanco.
Cuántas veces nos pasa esto, que hacemos las cosas sin intención de mancharnos, con máscaras y guantes. Tu hijo te habrá pedido que le ayudes con los deberes y le has dado un diccionario o un ordenador para que lo busque, o alguien te ha llamado en un momento malo y has contestado con monosÃlabos para que cortase cuanto antes, o cuando ha habido que cuidar a una persona enferma y lo haces porque toca. Hacer las cosas como si no fuesen con nosotros no te llena, ni tampoco estar todo el tiempo dedicado a uno mismo, eso te va vaciando por dentro.
Hoy el reto es que te manches, que te entregues totalmente a lo que hagas en cada momento del dÃa; trabajando, estudiando, que te sientes a ayudar a tu hijo, que escuches a la persona que te necesita, pero todo desde el amor. Acabarás manchado, sÃ, pero feliz por haber amado.