Hola, buenos días, hoy Verónica nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
PRUEBA DE CONFIANZA
El otro día tuvimos limpieza a fondo en la cocina, y a mí me tocaron los fuegos y la campana. Estaba echando el producto para quitar la grasa cuando vino Lety preguntándome si quería el ratón.
-¿El ratón? ¿Qué es eso?
-Pues mira, es un estropajo que no raya, que es buenísimo para estas ocasiones: con sólo mojar una esquinita y frotar, se quita todo.
Y sacó un estropajo minúsculo, con un aspecto feísimo gris.
Pensé: "Bueno, mira, este producto es buenísimo, se deja actuar y luego, con una bayeta normal, se quita seguro". Pero Lety lo dejó en la mesa por si lo quería.
Cuando fui a frotar, efectivamente, no salía, así que tuve que coger el estropajo y, para mi sorpresa, se fue quitando todo a la primera.
Tuve que reconocer que no me había fiado nada del estropajo.
Seguro que a ti te pasa como a mí, que no tienes mucha fe en algo que te aconsejan, no te fías. Y es normal, te lo pueden decir mil veces... que tienes que comprobar que por tus propios medios, que por tus fuerzas no puedes. Y el Señor lo entiende y cuenta con ello, Él tiene una paciencia infinita con nosotros, nos levanta una y otra vez después de cada caída. Tenemos que experimentar que Él sale por nosotros muchísimas veces para empezar a fiarnos. Pero el Señor espera paciente para ofrecerte su mano de nuevo. Él no te fuerza a confiar, sino que deja el estropajo cuidadosamente por si vuelves y lo necesitas.
Hoy se te presentará alguna situación en la que te tendrás que fiar. Pues el reto del amor es que apuestes por confiar, que uses el estropajo, y no importa que te des cuenta un poco más tarde, el Señor permanece contigo. Dirás que confiar cuesta, y es vedad, pero, a medida que vas viendo que el Señor te cuida, irás abandonándote cada vez más a Él.