De entre todas las efemérides de las que me hago eco hoy en el Día Cualquiera de hoy que puede Vd. conocer mejor si pincha aquí y que es, a su vez, expresión escrita del que presenté ayer en el programa Diálogos con la Ciencia de Radio María, destaco hoy esta noticia por el interés que me parece suscita.

             Y es que en 1473, en la ciudad de Torun, en la actual Polonia, nace Nicolás Copérnico, matemático, astrónomo, jurista, físico, diplomático y economista, padre según se dice de la astronomía moderna, primer astrónomo en sugerir que la Tierra y los demás planetas orbitan alrededor del Sol y no al revés.

             Su obra “De revolutionibus orbium coelestium” (Sobre las revoluciones de las esferas celestes) se considera la piedra inaugural de la astronomía moderna. No por casualidad en esta misma fecha pero de 2010, la IUPAC, la International Union of Pure and Applied Chemistry, (Unión Internacional de Química Pura y Aplicada) renombra al elemento 112 de la tabla periódica como “copernicio”, en memoria de Nicolás Copérnico.

             Sobre Copérnico se ciernen, casi siempre, un error y un silencio. El error es su proveniencia, que acostumbra a decirse polaca. Y efectivamente Nicolás nace en la ciudad de Torun, sita en Silesia, región al día de hoy polaca, una ciudad que por cierto, tiene su nombre propio en alemán, Thorn, lo que no es casual, pues aunque por mor de la atribulada historia de la región forme parte hoy día de la noble nación polaca, lo cierto es que al comenzar el s. XX toda la región tiene una población que es y se siente mayoritariamente germánica. Curiosamente, es en ella donde se establece la orden de los Caballeros Teutones que es la tercera de las órdenes militares, tras los Hospitalarios y los Templarios (por este orden), constituida para la defensa de Tierra Santa y sus caminos de peregrinación, que además, cristianizará la región. Y es también en ella donde a partir de la Orden Teutona nace Prusia, la región alemana, ducado en origen y luego reino, que se constituye a finales del s. XIX en motor de la unidad alemana.

             Buena prueba de todo lo cual, cuando en el curso de su formación académica Nicolás se matricula en la prestigiosa Universidad de Bolonia será inscrito como de “nación germánica”. Por cierto que en todo momento Nicolás destaca por su avidez de aprendizaje habiendo cursado según se sabe estudios tantos de matemáticas, como de dibujo, como de derecho, como de griego, como de astronomía, como de economía, como de medicina. En este último campo, consta la fama que como médico tuvo en Heislberg, donde además asiste gratuitamente a las personas económicamente menos capacitadas.

             En cuanto al silencio, poco conocido es el hecho de que Nicolás Copérnico es sacerdote, uno más de esos muchos sacerdotes que tanto han contribuido con su saber y su dedicación al progreso humano y al bienestar de los hombres sobre la tierra.

             De hecho, toda la familia Copérnico pertenecía a la Tercera Orden de Santo Domingo. Su tío Lucas Watzalrode, hermano de su madre, fue Obispo de Ermland, pero por si ello fuera poco, nada menos que tres de los cuatro hijos del matrimonio que formaban Niklas Koppernigk y Bárbara Koppernigk (nacida Bárbara Watzenrode) engrosan la carrera eclesiástica. El mayor, Andrés, será, como Nicolás, sacerdote, mientras que una de las hijas será monja cisterciense y abadesa de Culm, y sólo la otra hermana, la mayor de los cuatro vástagos, casa.

             Para decir toda la verdad, es cierto que no nos ha llegado el documento que exprese fehacientemente su condición sacerdotal, pero son muchos y abrumadores los indicios de que debió de vestir la sotana. Para empezar, el hecho de mantenerse soltero en una época donde tal estado sólo es socialmente aceptable cuando se forma parte del clero. En segundo lugar el hecho de que durante una época de su vida fuese administrador de la diócesis de Frauenburgo. Y en tercer lugar y sobre todo, el hecho de que en 1537 el rey Segismundo de Polonia lo propusiese en la lista de cuatro candidatos para la sede episcopal de Ermland, pues si bien es verdad que para ser propuesto obispo no es estrictamente necesario estar ordenado y uno puede ser ordenado justo antes de ser consagrado, lo cierto es que en un elevadísimo porcentaje de casos se está. Todo lo cual hace altamente probable que, efectivamente, Nicolás hubiera tomado las ordenes sacerdotales.

             Y con esta noticia les dejo por hoy, no sin desearles como siempre que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos

 

 

            ©L.A.

            Si desea ponerse en contacto con el autor, puede hacerlo en encuerpoyalma@movistar.es. En Twitter  @LuisAntequeraB