Hola, buenos dÃas, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz dÃa.
APRENDIENDO DEL MAYOR
Recuerdo que, poco antes de entrar en el monasterio, me imaginaba, llena de ilusión, con una granja de animales: un cerdito, unas gallinas, un burrito... Porque me habÃan contado que antiguamente las monjas se alimentaban de los animales que cuidaban en la huerta, y aquella idea me parecÃa curiosa y divertida.
Y, unos años más tarde, el Señor nos ha regalado tener a Leo, nuestro cerdito, por unos dÃas. Me doy cuenta de que se aprende mucho observando a los animales. Sobre todo hay una reacción en Leo que a todas nos ha llamado mucho la atención: es un "copión".
Desde que llegó sólo hace que copiar los pasos de Jubi. Si Jubi se mueve por aquÃ, Leo va detrás; si Jubi está comiendo, Leo mete el morro en el mismo plato; si Jubi está intentando cazar, Leo imita sus gestos metiendo el hocico en los mismos agujeros... ¡hasta descubrimos que duermen en el mismo sitio! Cada vez que salimos a la huerta los encontramos juntos, o, si sólo vemos a Jubi, es porque Leo es un poco más lento, pero en seguida viene corriendo por detrás.
Todos tenemos experiencia de que, cuando hemos visto a alguien realizar un acto bueno con otra persona, ha despertado en nosotros la necesidad de estar atentos a esas pequeñas cosas.
Hoy el reto del Amor es contagiar lo mejor de ti. La vida que llevas en tu interior, lo mejor de ti, no es para que te lo reserves, sino que, por medio de ti, el Señor quiere contagiar a otras personas a amar.