Artículo publicado hoy en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 25
Pasado mañana es la fiesta de la Virgen del Carmen, patrona de las gentes del mar y devoción muy arraigada en la tierra interior donde vivimos el resto de cristianos seguidores de tan importante advocación mariana. La Iglesia, véase, por ejemplo, la carta de San Juan Pablo II sobre la dignidad de la mujer en el mundo y en el interior de la institución eclesial, siempre ha asimilado la dignidad plenamente femenina en la figura de la Santísima Virgen María. Con razón aquel gran Papa en su último viaje a España soltó desde la escalerilla del avión: “Adiós, España, tierra de María Santísima”.
El pasado viernes oficialmente el Ejército de España cuenta en sus filas a la primera mujer con grado de general. Se trata de Patricia Ortega, madre de tres hijos y con muchos ancestros militares, aunque sus retoños no han querido el servicio de las armas. Todos los compañeros de la nueva general ponderan su valía intelectual y sus virtudes castrenses.
De esta buena noticia pasamos a otra más fúnebre. En pocos días se nos están yendo por Jaén las personas que engrosaron el primer Colegio Universitario nacido en 1971. En esta ocasión ha sido doña Guadalupe Saiz, doctora en Filología Árabe, quien con su madre arribó a un Jaén provinciano, entablando una estrecha amistad con el entonces obispo don Miguel Peinado. La profesora Saiz era una persona sencilla que animó el ambiente cultural local y abrió horizontes de entendimiento, por ejemplo, con la comunidad judía. Descanse en paz doña Guadalupe.
En este caso fue un eslabón más en la cadena de actores en pro de la apertura hacia las viejas culturas yacentes bajo el cristianismo que nos devolvió el rey Fernando III el Santo cuando conquistó Jaén en el año 1246 a los dominadores árabes. Deseamos hoy destacar a un clérigo montañés, natural de la provincia de Santander, don José Martínez de Mazas, quien desde su visión ilustrada del siglo de las Luces juntó en el patio de las abluciones de la vieja mezquita, hoy actual parroquia de Santa María Magdalena, unas piezas claves para entender el mundo romano, árabe y judío de nuestra pasada historia. Bajo los arcos que custodian el estanque la visita es obligada cuando se entra en el templo, que ahora ha crecido con la anexión de la vieja iglesia conventual de Santa Úrsula, en cuyo altar campea la imagen de Santa Rita, obra de Jacinto Higueras, y patrona de las causas imposibles. Para el cronista Cazabán, o González López, nunca fue una situación imposible recoger el rico patrimonio que iba surgiendo en los variados derribos de viejas mansiones, en cuya cimentación siempre han aparecido vestigios de una ciudad con muchos siglos de historia. Basta repasar las páginas digitales de las revistas locales Don Lope de Sosa y Paisaje para disfrutar y recordar que nadie olvida lo que se ha hecho para descifrar un pasado que nos proyecta a un futuro con un amplio horizonte cultural. Cuando en la tarde del día 16 de julio se rinda culto a la Virgen del Carmen, saliendo en procesión sencilla de la parroquia de San Pedro, sita en la iglesia de San Juan, por las callejas del casco antiguo, muchas gentes rezarán a la Madre de Dios que abogue por los problemas personales y familiares, lo mismo que lo han hecho sus madres y abuelas, porque la tradición es el gran lazo que mantiene la Iglesia para que nadie falte en todo momento. Ante la Virgen del Carmen todos somos necesarios. Nadie es ajeno a estos recuerdos añejos.
Tomás de la Torre Lendínez