A veces nos pasan situaciones que nos dejan marca, nos producen sentimientos, tanto buenos como malos, nos dejan heridas. Incluso a veces malinterpretamos a las personas creyendo una cosa cuando en realidad es lo contrario; creemos que llevamos sandalias cuando tenemos los zapatos puestos.
Cristo cuenta con ello, Él cuenta con tu realidad, cuenta con tus sentimientos, con tus problemas, con tus alegrÃas... Él te quiere asà y es capaz de, poco a poco, ir quitando esas cosas que te atascan. Lo importante no es que bajes a VÃsperas con sandalias o con zapatos, lo importante es que bajes, que pares con Él y le vayas entregando tus cosas para que las vaya sanando.