Ayer el Papa Francisco reconocía el martirio de siete Misioneros del Sagrado Corazón asesinados el 29 de septiembre de 1936 por milicianos del Frente Popular. Los mataron entre las localidades gerundenses de Bañolas y Besalú por el mero hecho de ser frailes y sus restos fueron trasladados posteriormente al cementerio de Canet de Mar.



ReL ofreció ayer inmediatamente la noticia.

En este llamativo titular (¡no sumen que no salen las cuentas!) he querido dejar constancia de la edad de los jóvenes religiosos sacrificados por odio a la fe. Este es el cuarto grupo de mártires que espera fecha para ser elevados a los altares, y de los cuales nos hemos ido haciendo eco en el blog:
Gracias, Santo Padre. No podía haber mejor cierre de curso.

Para los que no conozcáis a los Misioneros del Sagrado Corazón, fundados por el padre Julio Chevalier, os remito al enlace que aparece abajo. No es la primera vez que "los hijos" del fundador (y también mártires de nuestra persecución religiosa) suben a los altares antes que el padre fundador:
 
http://www.misacores.org/quienes-somos/julio-chevalier.html

En Barcelona, los Misioneros del Sagrado Corazón rigen el popular Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y, junto a él, el Colegio San Miguel, el segundo más antiguo de la Ciudad Condal.