Don Alfonso Maria Fusco nació por la unión de Aniello Fusco y Giuseppina Schianova, en Angri, Salerno, Italia, el 23 de marzo de 1839. Su concepción se le atribuye a la intecesión de San Alfonso María de Ligorio, cuya tumba fue visitada por la pareja. Un sacerdote les aseguró que tendrían un hijo al que llamarían Alfonso. Dos meses después de su nacimiento, Alfonso María de Ligorio fue canonizado.
Debido a las inusuales circunstancias de su nacimiento, Aniello y Giuseppina educaron al niño en la más piadosa religiosidad, confiándosela al clero. Eso hizo que el sueño del pequeño Alfonso fuese ser sacerdote.
Fusco entró en el seminario el 5 de noviembre de 1850 en el Seminario de Nocera dei Pagani. De acuerdo con la biografía escrita por Eliodoro Tedesco, los años dentro del seminario son poco conocidos debido a la entrada del ejército en el archivo del seminario en 1860. De todas maneras, Giuseppe Nappi narra que el profundo respeto de Alfonso hacia sus profesores. Durante ese tiempo, Alfonso tuvo un sueño donde Jesús le ordenaba fundar un instituto que sirviera de orfanato para chicos. Monseñor Antonio Salomone, Arzobispo de Salerno ordenó Alfonso Fusco, en su Oratorio privado de Avellino, el 29 de mayo de 1863 (Domingo de Pentecostés).
Fundó la Pia Unión de Hijos de María en 1870 y la orden de las Hermanas Nazarenas Bautistinas, en 1874. Y en 1878, fundó la Congregación de las Hermanas de San Juan Bautista (también conocidas como Bautistinas), destinada a la educación católica de niños y jóvenes.
Fue obispo de Angri en 1870 y gobernó dicha diócesis, hasta el día en que murió en dicha ciudad, en 1910. A la edad de 70 años, fue declarado Venerable en 1976 y beatificado en 2001.