El origen de Cristóbal Colón no es incierto por casualidad, sino que él lo ocultó a propósito porque era un judío o judío converso cuya lengua materna era el catalán, según declaró Estelle Irizarry, profesora estadounidense. [1]
Estelle Irizarry, profesora emérita de de Georgetown, llega a esa conclusión tras un análisis detallado de sus escritos donde la clave es una simple barrita inclinada, un elemento modesto que se había escapado a la atención de otros investigadores.
Esa barrita, conocida como vírgula, es la que se usa actualmente en las direcciones de Internet y con ella Colón jalonó sus escritos para indicar pausas.
El caso es que esa vírgula no aparece en escritos castellanos, ni prácticamente de ningún otro país, sino sólo en los producidos en el territorio de de Aragón donde se hablaba catalán, básicamente actual y las Islas Baleares, según Estelle Irizarry.
"Las vírgulas funcionan como el ADN de Colón. Era un hábito suyo. Colón era un puntuador y era uno de los pocos de aquella época", dijo la profesora, autora de 34 libros sobre literatura.
Estelle Irizarry usa esa metáfora como título de su último volumen, "El ADN de los escritos de Cristóbal Colón", en el que sigue la pista del escurridizo navegante en las huellas que dejó en más de 100 cartas, diarios y documentos que se atribuyen a él.
Su libro confirma algunas de las conclusiones alcanzadas por el investigador Nito Verdera, que identifica muchas palabras de origen catalán en el lenguaje de Colón.
Verdera mantiene que el descubridor de América era ibicenco, en parte por los términos marítimos que usaba, pero Estelle Irizarry no va tan lejos.
Ella cree que se crió en una región de habla catalana, lo que explica que no se expresara correctamente en español, que sería su segunda lengua.
Además, estas grafías y otras semejanzas con el ladino, como se conoce al español hablado por los judíos, apuntan a que Colón era hebreo, según Estelle Irizarry.
"Colón puntuaba hasta las apostillas e incluía copiosas notas alrededor de las páginas. En eso seguía la manera de puntuar de los escribas de la judería", dijo la profesora, quien afirmó que "el hebreo es uno de los idiomas más puntuados que existen".
Ese origen explicaría, a su juicio, el gran misterio sobre el lugar de nacimiento de Colón, al que él nunca aludió y que los historiadores colocan en Génova, Córcega, Portugal y Grecia, además de España.
"Las personas que se escondían más y tenían razón para hacerlo eran los judíos", afirmó Estelle Irizarry.
Quim Monzó escribe el sábado 17 de octubre de 2009 en el diario catalán La Vanguardia sobre esta noticia un artículo en el que expone:
La política, contra Cristóbal Colón. [2]
Los más obstinados defensores de la genovesidad de Colón habitan en España
Desde hace décadas, muchos investigadores explican que hay pruebas claras de que Colón fue o bien catalán o bien balear. Pero siempre que un libro señala –por ejemplo las catalanadas que Colón escribía en español –"todo de un golpe" (de tot d´un cop) o "a todo arreo" (de a tot arreu)...–, o remarcan que para bautizar lugares usaba topónimos catalanes, salen siempre los abanderados de la tesis del Colón genovés diciendo que vaya delirio catalino. Sintomáticamente los más obstinados defensores de la genovesidad de Colón, aparte de los italianos, habitan en España y son personas a las que el patriotismo español les supura por los poros. Entonces, si son así –si se entusiasman con el 12 de Octubre y con Pau Gasol españoleando en –, ¿por qué esa obsesión en negar lo que cada vez salta más a la vista, pudiendo como podrían presumir de un Colón español?
Hasta ahora, a excepción del historiador peruano Luis Ulloa, los defensores del Colón catalanohablante eran catalanes, y eso permitía, a los que no están dispuestos a aceptarlo, aludir inmediatamente al nacionalismo cerril y a los paletos aldeanos, aderezos con los que aliñan cualquier ensalada. Pero ahora resulta que el nuevo estudio que, una vez más, explica que el navegante tenía el catalán como lengua materna es de una lingüista de de Georgetown, esa donde Aznar va a veces a dar sus conferencias. Caray, ¿hasta los americanos se apuntan también a esa tesis?
Está claro que en esta ocasión no pueden sacar lo del nacionalismo y los aldeanos. La lingüista se llama Estelle Irizarry, es estadounidense, profesora emérita de Literaturas Hispánicas en la universidad antes citada y miembro de de , y su relación con Catalunya parece ser nula. Su tesis sobre la lengua de Colón aparece en el libro El ADN de los escritos de Cristóbal Colón, donde, a partir del análisis de lo que el navegante escribió de su puño y letra, concluye que su vocabulario y su sintaxis –y su uso de la vírgula– corresponden a un catalanohablante. De paso, por esa vírgula, deja claro que el testamento de Colón de 1498 –único documento en el que supuestamente reconoce ser genovés– no fue escrito por él. Es algo que se había dicho ya muchas veces. Se falsificó, décadas después de su muerte, en beneficio de sus descendientes y del Banco San Giorgio de Génova. Hace unos años, el Centre d´Estudis Colombins de Barcelona insistió en esa evidencia, aunque los medios de comunicación no le hicieron demasiado caso, claro está.
¿Es una gran victoria que finalmente se demuestre que Colón fue catalán? Francamente, a mí, que Colón naciese aquí o allá me importa poco, pero me permite ver, una vez más, cómo el nacionalismo cerril y los paletos aldeanos son el pan de cada día en esa España que tanto y tanto nos quiere.
Quim Monzó critica al nacionalismo español de cerril y de paletos aldeanos a los nacionalistas españoles de ser los más obstinados defensores de la genovesidad de Colón, junto a los italianos, en lugar presumir de tener un Colón español.
Quim Monzó critica a los cerriles y paletos aldeanos nacionalistas españoles, cuando él mismo omite y prescinde que en la tesis de profesora Estelle Irizarry, de de Georgetown, en la que afirma que Cristóbal Colón era judío o judío converso, u que no era incierto por casualidad que él ocultase su origen, en una época en que los judíos eras perseguidos y asesinados en por por la condición de ser judíos.
Ni españoles, ni genoveses, ni catalanes nunca encontraron la partida bautismal de Cristóbal Colón, siendo su origen tan importante para todos ellos, a no ser que no estuviera bautizado o en caso de estarlo, fuera un anuss, un forzado. [3]
¿Quién sino un judío tenía que esconder su origen ante la barbarie y el crimen del odio religioso contra los hebreos, imperante en España en esa época, y hasta no hace mucho?
Quim Monzó critica a los nacionalistas españoles lo que él mismo hace, ignorar la judeidad que Estelle Irizarry afirma sobre Cristóbal Colón.