Zapatero adulador servil del Islam y menospreciador del cristianismo. 21.09.08 @ 18:32:07. Archivado en terrorismo islámico
Zapatero y sus fans izquierdistas presumen de laicismo, pero es un laicismo muy sui generis.
Zapatero siente aversión por el cristianismo, como ha sido reconocido por algunos de sus cercanos, él mismo ha declarado en petit comité que “el cristianismo es uno de los grandes problemas de la humanidad”.
Persecución Cristiana, web protestante española publicaba el 23/11/05 que Zapatero manifestó que:
“... en uno de los encuentros de fin de semana en Las Rozas, Zapatero está especialmente contento y animado. Es ya secretario general del partido socialista, un proceso que ha sido costoso y que ha podido alcanzar en el Congreso Federal por sólo nueve votos de distancia sobre su rival, José Bono.Y entonces suelta este comentario, del que los demás toman nota: ‘El cristianismo ha sido uno de los grandes problemas de la humanidad. Históricamente no ha hecho más que recortar libertades…’
Una sorprendente afirmación que luego ha repetido en otros ámbitos (por ejemplo, como se contó en ECD, hablando con Stephen Hawking) y que da razón de la inquina que muestra el presidente del gobierno español con todo lo que suene a Iglesia Católica”.
Toda la dureza verbal de Zapatero contra el cristianismo se vuelve en tibieza y admiración por el Islam.
Zapatero elogió el islamismo gobernante en Turquía, con calificativos incompatibles con la igualdad de género, la laicidad del estado, el respeto a las minorías y a la apostasía, la legalización del matrimonio homosexual y su posibilidad de adopción de hijos, que “predica” en España, al mismo tiempo que celebró las "reformas" del partido gobernante –responsable de una marcada involución islamista en Turquía–
Zapatero, dijo que «España es un país orgulloso de la influencia del Islam en su historia»
Zapatero alude a la época del Islam en la península ibérica que ha sido criticada por los islamistas, desde el partido gobernante en Turquía hasta los Hermanos Musulmanes y el régimen de los mulláhs, el periodo de mayor “tolerancia” de los musulmanes que vivían en el Al-Andalus, cuando se desconectaban del Califato de Damasco y se desislamizaban.
Este periodo es duramente criticado por todos los salafistas, que acusan al abandono del Islam por parte de los musulmanes en el Al-Andalus como factor determinante y exclusivo de la pérdida ante los cristianos.
Los islamistas muestran una “cara amable” a los no-musulmanes de su versión del Islam, con el ejemplo mitificado del Al-Andalus, pero en lectura interna, para el mundo musulmán, lo presentan como causa de la decadencia musulmana, a la que hay que combatir con un retorno a la yihadista figura primigenia de Muhammad y sus iniciales seguidores.
Zapatero puede que ignore todos estos pormenores, o que le sean realmente irrelevantes e insignificantes.
La fascinación que Zapatero y sus fans izquierdistas muestran por la extrema derecha del Islam tiene motivaciones muy pragmáticas:
1. El Islam es la única religión que crece en España, mayormente por el flujo constante de inmigrantes procedentes del norte de África, por su elevada tasa de natalidad, frente al decrecimiento vegetativo de los españoles, y por el no insignificante número creciente de conversiones de españoles, de origen católico, al Islam, mayormente por maridaje, y menor por atracción ideológica. Estos últimos mayormente en las filas de la extrema izquierda y en el País Vasco procedentes de los independentistas pro ETA.
2. Las manifestaciones de simpatía al Islam y el desprecio al cristianismo “garantiza” el apoyo en el futuro de los musulmanes, que en unos pocos años les será concedida la ciudadanía española.
3. Los fieles devotos del Islam no tienen simpatía por la política de Zapatero concerniente al aborto, igualdad de género, derecho a la apostasía, homosexualidad, consumo de drogas y alcohol, pero todo esto queda “compensado” por los esfuerzos de descristianizar España, ya que los islamistas creen que la descristianización de España permitirá y facilitará una mayor reislamización en un futuro no muy lejano.
4. Zapatero y sus fans izquierdistas actúan como cualquier dhimmi ante su señor, le rinde pleitesía y le ofrece otra víctima propiciatoria, el judío, -que en su versión moderna es Israel-.
La política exterior del gobierno socialista español manifiesta un continuo rechazo de Israel y una total comprensión por el terrorismo nazional-islamista.
5. Zapatero y los izquierdistas temen al islamoterrorismo y buscan congraciarse con el islamismo. Zapatero sabe que el islamoterrorismo quiere combatir yihádicamente España, pero espera que el “tiempo” soluciones los conflictos.
6. Zapatero y los izquierdistas saben que la sangre de la economía –el petróleo y el gas- está en manos de los árabes y/o musulmanes, y que para la economía española estos son un buen mercado para sus productos.
7. Zapatero y los izquierdistas enmascaran su judeofobia “admirando y simpatizando” a los islamistas, auto-presentándose como adalides de la tolerancia y el respeto la alteridad.
La política chamberlaina de Zapatero llevará al fracaso a su propio país y a la ruina de los valores democráticos, a los que dice defender