Toda la vida es una larga
lección de humildad
-J. M. Barrie-
- Profe, se nota que estamos en mayo.
- Sí, entra por los ojos.
El mes de mayo es algo especial en el colegio. Se trata de fomentar un buen ambiente mariano, teniendo a la Virgen como dinamizadora del quehacer diario.
Se llenan las clases, los pasillos y la capilla de imágenes, murales, eslóganes... de la Virgen. Se hacen las flores y se posibilita que los alumnos ofrezcan sus flores espirituales personales con la tradicional costumbre de dejar a los pies de la Virgen un papelito escrito con el propósito del día: Hoy estudiaré más, hoy no me quejaré, hoy rezaré el rosario, te ofrezco no protestar a mis padres, mañana comulgaré. . .
- Cosas de críos, profe, pero yo ya estoy en la Uni.
- Cosas de hijo, Pedro. Y un hijo se relaciona con su madre toda la vida aunque con distintos matices según la edad. Te cuento y luego saca conclusiones.
Hace unos días me viene el capellán del colegio y me dice:
- Estoy impresionado. He estado echando un vistazo a los papelitos con ofrecimientos a la Virgen y he visto uno que me ha impresionado.
- Pues qué decía.
- Algo muy simple, elemental, pero de una humildad impactante. “Madre, ayer lo hice todo mal; te lo ofrezco, ¿me lo aceptas?”.
Me acordé de Juan Pablo II: “María nos guía hacia ese futuro eterno; nos lo hace ansiar y descubrir; nos da su esperanza, su certeza, su deseo. Animados por tan esplendorosa realidad, con alegría indecible, nuestra humilde y fatigosa peregrinación terrena, iluminada por María, se transforma en camino seguro hacia el Paraíso” (09-XI-82)
Hay que ser forofos de María a lo Fulton Sheen. Fue un obispo americano que se hizo muy famoso por sus charlas en la radio. Sus detractores le acusaban de que quería más a la Madre que al Hijo. Él contestó: “No es cierto, pero si la única acusación que nuestro Señor me hiciera fuese que había amado demasiado a su Madre, me sentiría entonces profundamente feliz”.
- ¿Mayo es cosa de niños, Pedro?
- Voy a hacer las flores en la Uni, profe.
- Pero a nivel universitario.
- Ya tengo el cartel: “Haz las cosas mal y disfruta”.
- No te pases, ¿eh?