Están las cosas como para que los ministros caídos del Gobierno de Pedro Sánchez vengan a amenazarnos.
No deben seguir mucho las noticias de estos días.
¡Bastante desgracia tenemos con la que nos está cayendo desde hace meses!
(STOP ABUSOS. PRISIÓN Y CÁRCEL para los abusadores. JUSTICIA para las víctimas. STOP encubrimientos).
Leyendo los titulares de la prensa tras el consejo de ministros: El Gobierno amenaza a la Iglesia con un gran "daño reputacional" y retira la subvención al Valle de los Caídos… no he podido por menos que recordar la famosa anécdota de otro ególatra que fue Napoleón… ya saben...
Hace más de 200 años ocurrió la siguiente conversación:
Napoleón Bonaparte: Voy a destruir su Iglesia (muy de seguro de sí mismo, pues había mandado arrestar y mandar al exilio al Papa Pío VI).
Cardenal Consalvi: No, no podrá (con tranquilidad).
Napoleón Bonaparte: ¡Voy a destruir su Iglesia! (alzando la voz)
Cardenal Consalvi: No señor, no pierda su tiempo en tratar de destruir a la Iglesia. Lo hemos intentado nosotros desde adentro, y no hemos podido conseguirlo.
Así que la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Isabel Celaá, a vueltas con el tema de la exhumación de Franco, ha avisado a la Iglesia del "daño reputacional de magnitud significativa" que supondría para ella someterse a los deseos del prior del Valle de los Caídos, que hasta el momento se ha negado a la exhumación.
"Si la Iglesia se sometiera a los deseos del prior, la Iglesia tendría un daño reputacional de magnitud significativa", ha asegurado la portavoz del Gobierno.
SIN COMENTARIOS…
A los que habéis preguntando cómo ayudar a la Comunidad de Benedictinos, este es su enlace:
Y, por cierto, la pasada Navidad fallecía el padre Laurentino Sáenz de Buruaga. En Radio Nacional le dedicaron este hermoso programa: