ROMA, 22 Abr. 16 / 01:24 pm ().- El sábado 2 de abril de 2016 ha fallecido, casi a los 96 años, Mons. Tommaso Zeng Jingmu, Obispo Emérito de Yujiang en la provincia china de Jiangxi.

Según informa hoy la agencia vaticana Fides, el Sábado Santo 26 de marzo sufrió un ictus en su casa, cayó al suelo y sufríó una grave conmoción cerebral. Fue ingresado en el hospital de Fuzhou y operado de urgencia.

Durante sus últimos momentos rezaba el e incluso bromeaba. El 2 de abril, sus condiciones de salud empeoraron de improviso y falleció ese día a las 10:50  p.m.

El funeral lo celebró el 6 de abril en su casa, su sobrino, Prelado, el P. Zhongliang, de la diócesis de Yujiang, junto con otros veinte sacerdotes. El Obispo no oficial de la diócesis, Mons. Giovanni Peng Weizhao, vive desde hace algún tiempo con libertad limitada.

Fides resalta que Mons. Zeng Jingmu pidió en su testamento que su funeral se celebrase en su lugar de origen, de forma sencilla y sin hablar de sus méritos. En las exequias participaron miles de fieles de la diócesis y de otras partes de China, agradecidos por el servicio que ha prestado a la y a la comunidad diocesana durante más de 25 años.

Mons. Zeng Jingmu nació el 23 de julio de 1919 en la aldea de Zengjiacun, distrito de Chongren, en la provincia de Jiangxi. En 1930 entró en el Seminario de Wenshan de la diócesis de Yujiang.

En 1944 ingresó al Seminario mayor de Fuzhou en Fujian y en 1948 fue transferido a Wensheng, al Seminario del Zhejiang. Fue ordenado sacerdote el 25 de marzo de 1949.

Fue vicepárroco y párroco en varias comunidades. El 13 de enero de 1990 recibió la ordenación episcopal de manos de Mons. Giacomo Xie Shiguang, Obispo de Funing.

Mons. Zeng Jingmu fue un firme defensor de la doctrina católica y un valiente testigo de fidelidad a la Iglesia. Fue detenido en varias ocasiones y pasó tres décadas de su en prisión.

Su amor por Cristo, por la Iglesia y por el Santo Padre han sido un gran ejemplo para muchos, recuerda Fides.

En su testamento espiritual pidió perdón por todos sus defectos y agradeció a los sacerdotes de la diócesis por su dedicación y su servicio.

Entre otras cosas, esperaba construir en su pueblo de origen una iglesia dedicada al Inmaculado Corazón de María, en agradecimiento por su protección y por las gracias obtenidas.

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