Año del Señor 2022
11 de julio
 
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
ROMANCE ENTRE CORTINAS 
 
Lleva tiempo observándome, discretamente, a distancia. A veces pienso que conoce mis movimientos, y parece que me espera para verme a través de la ventana. Antes se escondía, pero ahora ni siquiera se inmuta cuando nuestras miradas se cruzan a través del cristal. Jamás me he sentido tan vigilada… ¡¡por una tórtola!! 
 
Desde hace semanas, una enorme tórtola se dedica a controlarme desde el pino que hay junto a mi ventana.
 
Ayer abrí para ventilar y eché la cortina para cambiarme pero, al instante… ¡escuché un aleteo muy cerca! 
 
¡¡La tórtola se había posado en mi alféizar!!
 
Creo que se sentía “protegida” por la cortina. Y entonces… se puso a ulular. Inmediatamente uní mis manos como cuando era niña, junté los pulgares y soplé. 
 
-¡Uh-uh-úh…! ¡Uh-uh-úh…! 
 
Para llevar años sin hacerlo, el sonido me quedó muy convincente. Tanto, ¡que la tórtola me respondió! Eso sí, giraba la cabeza de lo más desconcertada… ¡pero fue bonito poder “hablarnos”! 
 
Y de pronto caí en la cuenta de que esto es precisamente lo que el Señor ha hecho con nosotros: acercarse tras la cortina de nuestra carne, hecho hombre como tú y como yo, para no asustarnos… y ha aprendido nuestro lenguaje. Porque quiere que le entiendas cuando te dice: “Te amo”. 
 
Un Padre de la Iglesia ve el Antiguo Testamento como un proceso de lento acercamiento entre Dios y el hombre: “…para acostumbrar al hombre a comprender a Dios y para acostumbrar a Dios a habitar en el hombre" (San Ireneo de Lyon). Como yo con mi tórtola, ¡pero a lo grande! 
 
¡¡Con cuánta delicadeza quiere acercarse el Señor!! Bien podría revelarse con grandes portentos… pero prefiere acercarse suavemente, entre cortinas, pues no quiere tu miedo, sino tu amor. Quiere que haya un auténtico diálogo. En cercanía. En tu idioma. 
 
Cristo se ha adaptado a ti para poder encontrarse de verdad contigo. Solo el Resucitado es capaz de aprender tu idioma… para regalarte hablar el Suyo. 
 
Hoy el reto del amor es aprender un idioma. ¡Tranqui, tranqui, no cojas ningún libro de gramática extranjera! En tu oración, saborea la gozada que es tener al Señor tan cercano… ¡¡tener un Dios tan humano!! Disfruta de su amor, ¡y trasmítelo! Te invito a que, a lo largo del día, te intereses por una persona: comparte lo que le hace disfrutar, dedícale un rato para escucharle… Acércate a su mundo, descubre su idioma, ¡¡ama al estilo de Cristo!! ¡Feliz día! 
 
VIVE DE CRISTO
 
¡Feliz día!
 
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)

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