El viaje del Papa a Lesbos es mucho más que un gesto. Indica una profunda preocupación por cada ser humano, implica convertir los titulares en rostros, los números en personas. Acoge con su cercanía a quien nadie quiere acoger, a quien todo auxilio es negado. El Papa muestra con acciones concretas qué significa el año de la misericordia, pone rostro, manos, sonrisa al cuerpo de Cristo que siente el dolor por el hermano herido.
Mientras, Europa mira a otro lado, nuestros gobiernos llegan a un vergonzoso acuerdo con Turquía para culminar lo que la más elemental justicia rechaza. Hoy en mi parroquia nos han recordado que las iglesias de España han ofrecido sus locales para acoger refugiados. ¿Dónde están los políticos cristianos, dónde las raíces de un continente que se ha sentido orgulloso de exportar al mundo una cultura que ha hecho a los seres humanos más dignos, mejor atendidos, más respetados? Europa agoniza en su indiferencia. Los líderes no lideran nada más que los sentimientos más básicos del egoismo amenazado. Los gobernantes sólo miran las encuestas electorales; no quieren señalar el camino porque hace tiempo que ellos mismos lo han perdido. ¿Dónde están los políticos que crearon la Unión Europea tras una guerra de incalculables pérdidas? ¿Dónde los que cambiaron los fusiles por el abrazo? ¿Dónde los que superaron siglos de desconfianza y odio? Adenauer, Schuman, De Gasperi, Moro y tantos otros que sabían qué era Europa, de dónde venía y dónde debería ir. Hombres con fe en el hombre y con Fe en Dios, y tener fe implica tener confianza (cum fidere), apostar por un futuro mejor, guiar cuando el camino es incierto para salir del abismo.
¿Dónde están los políticos cristianos en nuestro país? ¿Dónde los que defiendan la vida del más débil, los que protejan los derechos de los más vulnerables, los que acojan a quienes sufren,...? ¿Dónde están los que busquen el bien común sobre el egoísmo particular, quienes vienen a la política a servir y no a aprovecharse? ¿Dónde los que protejan la libertad de quienes son hostigados por causa de su fe? ¿Dónde los que hablan de virtud y no sólo de economía? ¿Dónde los que impulsan la ciencia, el ambiente natural, la familia, la educación, el trabajo bien hecho, la sobriedad, la honestidad...?