Ayer estuve en el Festival de la Familia, apadrinada por la Fundación Madrina, Derecho a Vivir, Adolescentes por la Vida y Médicos por la Vida. También estuvieron movimientos Provida y la Federación de Familias Numerosas. Total, mogollón de ultras juntitos montando jaleo, para variar.
 
¿Y para qué? Parece un contrasentido que nuestros gobernantes, que saben lo que nos conviene, intenten modernizar la sociedad promoviendo el exterminio de “bichitos” nacidos en las tripas femeninas, y que haya gente como la que observé ayer, que parece que están en contra de todo. ¡Ultras, más que ultras!
Ahora ya, hablando en serio, lo de ayer fue una pasada. Si bien es verdad que pudo estar mejor, y que había varios elementos en contra (puente del Pilar, Asamblea Nacional de la Renovación Carismática, ….), aún así estuvo genial. Desde las 16:00 h, pasaron por allí muchísimas personas de todas las edades, personas que defienden la vida de su concepción, personas que no se dejan llevar por las corrientes de moda.
¿Cuál era el objetivo ayer? Simple y llanamente, gritar SÍ a la vida. Yo fui con los niños, que nada más entrar ya se encontraban como en casa. Banderas, globos, un hinchable, varios grupos de música tocando por la vida; quedaron absortos mirando desenvolverse al batería, las guitarras eléctricas,….
Y para terminar, Martín Valverde nos hizo disfrutar de un macroconcierto. Digo macro porque, a los 800 asientos del local, se unieron los que, sin conseguir localidad, cubrieron el patio del colegio, y a los que hubo que instalar altavoces para que admirasen también a Martín. Y qué puedo contaros del concierto: pues que fue increíble, como siempre. Los que no le conocían alucinaron, y los demás volvimos a vivir su torrente de canciones, testimonios y buena música de Martín, acompañado de Kiki, José Luis, Toni, y la colaboración de Migueli, gran desconocido para muchos asistentes.
Es justo dar las gracias a los que organizaron el Festival de ayer. Y después de ayer ¿qué? Bueno, para empezar, el próximo sábado volveremos a juntarnos, ya con muchos más, para decir al mundo que defendemos la vida, que somos peleones y estamos aquí para acoger a todas las chicas con dificultades para vivir su embarazo y/o maternidad. Que el aborto no es la solución. ¡Cristo es la solución!