Distintas webs de corte ateo y algunas páginas religioso-digitales se están haciendo amplio eco de la noticia de la supuesta demostración de la falsedad de la Sabana Santa.
 
Según informa EFE un profesor de química orgánica de la Universidad de Pavía, Luigi Garlaschelli, ha reproducido en pocos días la Sábana Santa de Turín, lo que demostraría que la pieza original no es más que una falsificación realizada en el año 1300.
  

 
Según Luigi Garlaschelli ha seguido la idea original que el estudioso americano, de dudosa solvencia científica, Joe Nickell propuso en 1938. Cabe recordar que dicho estudioso propuso que la Sindone podría haber sido hecha empleando oxido de Titanio, compuesto que no fue descubierto hasta 1821, siendo comercializado en 1916 por la Titanium Pigment Corporation of Niagara Falls, New York y la Titan Company AS of Norway, y no se fabricó nada más que en la forma anatasa, hasta el año 1938.
 
Luigi Garlaschelli expondrá su experimento durante el convenio de celebración de los 20 años de vida del Comité Italiano que certifica los supuestos fenómenos paranormales (CICAP), que tendrá lugar en Abano Terme, norte de Italia, del 9 al 11 de octubre.
 
Habrá que esperar hasta entonces para conocer el alcance de su trabajo, pero merece la pena hacer desde ya algunas puntualizaciones:
 
1º La Sabana Santa no es ningún dogma de fe, ni quita ni aporta nada a nuestra fe católica en la resurrección de Cristo. La fe de la Iglesia nunca se basó en la Sabana Santa.
 
2º La Imagen obtenida por Luigi Garlaschelli carece de la tridimensionalidad que presenta la Sindone de Turín
 
3º Los pigmentos de cobalto empleados por Luigi Garlaschelli en su experimento no se encuentran presentes en la Sabana Santa.
 
4º Las manchas de sangre que Luigi Garlaschelli ha conseguido en su reproducción no se ajustan totalmente a las características de la sangre presente en la Sabana Santa.
 
5º Algunas de las afirmaciones que Luigi Garlaschelli ha hecho sobre la Sabana Santa no son ciertas, y soy caritativo al extremo en mi afirmación, como que el tejido no encaja con el empleado en el siglo I y que la manera de envolver el cadaver no se corresponde con las costumbres judias de la época.
 
Pero insistimos una vez más para dar testimonio de nuestra Esperanza, creemos en la Resurrección del Señor por el testimonio de los Apóstoles y por gracia del Espíritu Santo, así que si la Sabana Santa es auténtica estupendo, y si por el contrario es falsa … pues estupendo también, pero yo por lo que he leído y conozco del tema apuesto por su autenticidad.
 
Germán Menéndez.
Ldo en Ciencias Químicas por la Universidad Autónoma de Madrid