Dijo Benedicto XVI que quien adora a Dios no se arrodillará ante ningún poder humano. Como encabeza esta web, «Religión y libertad» están unidas hasta el punto de que los enemigos de la libertad intentan asfixiar a la religión cristiana en particular, pues ha configurado nuestra civilización occidental.
En el episodio de los titiriteros en Madrid podemos distinguir la anécdota de la categoría o fondo acerca del tipo de sociedad que quieren los antisistema manipulando las mentes desde abajo, con una ideología totalitaria. Y esto tiene graves consecuencias para todos.
Madres horrorizadas
Cualquier madre o padre con un hijo de cinco años puede calibrar la perversión que supone que unos titiriteros abusen de las criaturas inocentes inoculando en su imaginación y en su mente escenas violentas de la peor calaña como han hecho los de “Títeres desde abajo”, en la función titulada “La bruja y Don Cristóbal”, y subtitulada “A cada cerdo le llega su San Martín”, en la que este sujeto malvado impone su ley de la cachiporra en el barrio con la oposición de la buena bruja amante de la libertad. A partir de ahí se suceden aberraciones como apuñalar a un policía, ahorcar a un juez o crucificar a una monja, incluida una violación. En el escenario de guiñoles también apareció un cartel que decía “Gora Alka-ETA”, que ha sido determinante para la detención de Alfonso Lázaro y Raúl García, con antecedentes por robo, y ahora en libertad aunque imputados por enaltecimiento del terrorismo. Grave esto último pero más grave y significativo su intento de envenenar la mente de los niños.
“Nos hemos quedado alucinados; y mientras los niños preguntando que por qué los mataban”, explicaban horrorizadas las madres que denunciaron los hechos, aunque otras optaron por desaparecer.
Colonización ideológica
Este es el planeamiento dominante en la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Madrid -como en otras capitales- poblada de okupas y agitadores amparados por la alcaldesa Carmena y apoyada desde el principio por el socialista Carmona. Ya tuvo que dimitir el concejal Zapata imputado por burlarse de las víctimas del terrorismo de ETA, aunque hoy ocupa el sillón la concejala Celia Mayer, ya famosa por los desaguisados ignorantes sobre algunos monumentos con actuaciones ilegales.
Mientras los ciudadanos normales nos dedicamos a trabajar para salir de la crisis unos grupos fuertemente radicales de ideología comunista reciclada se van instalando en las escuelas e institutos, en las facultades, y en la comunicación, como La Tuerka en la que Iglesias se ha dado a conocer, ha pergeñado el magma, y ha ganado buenos dineros pagados por los regímenes totalitarios de Irán o Venezuela, y sin justificar hasta ahora el buen negocio. Desde allí, con tertulias desequilibradas van concienciando al pueblo sobre las injusticias del capitalismo, la corrupción del sistema, y los males de la democracia.
Esto es lo que llevan años recibiendo los alumnos en numerosos colegios y facultades. No puede extrañar ahora que en sus primeros años como votantes se lancen en brazos de Podemos y algunos se apresuren a peinar coleta e ir en mangas de camisa. Y es natural para Podemos intente un gran desembarco en educación y juventud. Concretamente quien una comisión en el Congreso de Infancia y Adolescencia; una Nueva Ley Universitaria de cultura asamblearia que dominan perfectamente; y también la cartera de Educación pues quieren un sistema de evaluación y control que dependa directamente del Ministerio de Educación. Esto se llama troquelar la mente de los jóvenes, sin religión y sin libertad.
Fieras y mosquitos
Ahora crece la alarma mundial –bastante manipulada- por los casos de infección del virus Zika, como recordando que en la selva los mosquitos son más peligrosos que las fieras. Esto puede aplicarse a la acción manipuladora sobre niños y jóvenes de esos okupas e indignados que inoculan en su mente el desprecio por los valores que sustentan nuestra sociedad. Es un modo antiguo de colonización ideológica, y ahora una nueva barbarie que pretende acabar con las libertades -véase educación y opinión-, destruir la institución familiar, y cortar las raíces cristianas de nuestra sociedad.
Aunque nos cueste aceptarlo, estos abusos ideológicos sobre la mente de los niños son tan horribles como los abusos sexuales con menores. Y se ha destapado en Madrid aunque ocurre en todas la ciudades.