Ayer comenzó a circular un artículo de la cadena BBC que siembra dudas sobre la amistad entre San Juan Pablo II y Anna-Teresa Tymieniecka, una filósofa casada polaca. Las graves insinuaciones ya fueron desmentidas.
La amistad entre ambos era muy conocida en el círculo de amigos del Pontífice y también fuera de él. La noticia de la BBC circuló horas antes de transmitir un documental sobre este tema.
El vaticanista George Weigel escribió en su libro “Testigo de la esperanza: La biografía de Juan Pablo II” que Tymieniecka comenzó a enviar cartas a Karol Wojtyla para intercambiar ideas sobre la publicación de un trabajo filosófico suyo titulado “The acting person”.
Mons. Pawel Ptasznik, un sacerdote polaco de la Secretaría de Estado del Vaticano, colaborador del Papa polaco durante diez años, confirmó este dato y explica que “incluso cuando el debate filosófico concluyó, ella siguió escribiéndole al Cardenal Karol Wojtyla que luego fue Juan Pablo II. Dado que era un hombre muy cortés, él solía responder a todas las cartas que recibía de ella”.
Gianfranco Svidercoschi, un veterano vaticanista y biógrafo de Karol Wojtyla, subrayó que “Juan Pablo II solía deshacerse de las cartas de ella una vez que le respondía. Sin embargo, la señora Tymieniecka conservó todas las cartas que recibió del Papa, además de una copia de las cartas que ella le enviaba”.
Sviderscoschi explicó que luego de la muerte del Pontífice, la mujer “trató de vender todo su intercambio de cartas con el fallecido Papa y al final la Biblioteca Nacional Polaca las compró. Sin embargo las cartas no están disponibles para su lectura”. Por eso “la BBC alega que las cartas son secretas”, destacó el experto vaticanista.
Hoy, la Biblioteca Nacional Polaca publicó una declaración oficial en la que aclara que no hay nada que sugiera una relación amorosa entre el santo y esta mujer.
"Las declaraciones hechas en los medios no se fundamentan en el contenido de las cartas de Juan Pablo II a Anna Teresa Tymieniecka que están en el archivo de la Biblioteca Nacional de Polonia", sostiene un comunicado publicado hace unas horas por esta institución.
Las amistades del santo
Sviderscoschi recordó además que “Juan Pablo II tuvo muchas relaciones de amistad. Piensen por ejemplo en la que tuvo con Wanda Poltawska”, polaca y amiga personal del Pontífice.
“A Juan Pablo II le encantaba encontrarse con la gente. Cuando quería hablar de algo solía invitar a alguien para caminar en las montañas. Le encantaba pasear en bote. En su libro ‘¡Levantaos! ¡Vamos!’ cuenta que se enteró que había sido designado Obispo mientras acampaba con un grupo de estudiantes a los que dirigía espiritualmente”, explica Sviderscoschi.
La amistad entre Juan Pablo II y la señora Tymieniecka era correcta y cuando era Cardenal pasó unas vacaciones con la mujer y su esposo en Vermont, como lo relata el libro “Su Santidad” de Marco Politi y Carl Bernstein.
En el capítulo “Madame Tymieniecka”, los autores cuentan que el Cardenal Wojtyla celebraba Misa en el jardín de la casa donde se alojaron y luego iban a nadar. El entonces Purpurado usaba una ropa de baño que le prestaba el esposo de la mujer polaca.
Greg Burke, vicedirector de la Sala Stampa de la Santa Sede, dijo sobre este tema que “en lo que respecta al documental de la BBC no hay que sorprenderse de que el Papa Juan Pablo II haya tenido amistades cercanas con diversas personas, sean hombres o mujeres. Nadie debería asombrarse por esto”.
A su turno, el Arzobispo de Cracovia y quien fuera durante más de 40 años secretario personal del Pontífice polaco, Cardenal Stanislaw Dziwisz, escribió una nota a mano en la que señala que “quien ha vivido junto a Juan Pablo II sabe bien que no hay espacio para ninguna conspiración maliciosa”.
San Juan Pablo II, resalta el Cardenal polaco, “era libre y transparente, no tuvo ningún complejo porque era un hombre purísimo que respetaba a cada persona de cualquier situación de vida”.
“Esta es la única clave de lectura con la que se puede interpretar su vida ejemplar y santa”, concluye la nota difundida por el P. Piotr Studnicki de la arquidiócesis de Cracovia.
La amistad entre Juan Pablo II y la señora Tymieniecka fue, al final de cuentas, una de las muchas amistades que tuvo el Santo Padre.