Este vídeo fue preparado para la beatificación de los monjes mártires de Montserrat en 2013. Está en catalán, pero os ofrezco el texto traducido al castellano. El vídeo nos permite recorrer lugares vinculados a la memoria de los 20 monjes beatos que no suelen verse al visitar el Montserrat. Y sobre todo en detalle como nos los explica el padre Dalmau. En este color, las veces que él interviene.
El próximo domingo 13 de octubre tendrá lugar en Tarragona la beatificación de 20 monjes de Montserrat, que murieron martirizados en julio de 1936. En total, ese día serán elevados a los altares un total de 522 sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos asesinados durante la persecución religiosa del siglo XX en España. Se trata de la beatificación de mártires más numerosa de la Iglesia católica.
Cuando estalló la guerra, la comunidad benedictina tuvo que abandonar Montserrat, con el propósito de marcharse al extranjero. El Padre Abad, Dom Antoni María Marcet consiguió cruzar a Francia en agosto; pero el Prior, P. Robert Grau y 19 monjes más fueron asesinados en diferentes lugares, en función de donde habían encontrado o buscado refugio.
El testimonio de estos 20 monjes mártires de la fe está muy presente en la comunidad benedictina de Montserrat.
Habla el padre Bernabé Dalmau, monje de Montserrat
La beatificación de los mártires de Montserrat es la coronación de una veneración que la comunidad de monjes vivió desde el momento de la recuperación del Monasterio [tras la guerra]; ahora la Iglesia nos los presenta como beatos, como mártires, como intercesores, como modelos de testimonio cristiano. Cualquier fiel puede encontrar en estos ejemplos la constancia en la fe, la perseverancia en la esperanza, una caridad indefectible… por eso son para nosotros un referente.
La huella de estos monjes puede seguirse por los diferentes lugares del monasterio, ya que, desde el regreso de la Comunidad a Montserrat al acabar la guerra, se dejó constancia de su testimonio con muestras de agradecimiento.
Entre 1939 y 1943 se pudieron recuperar once cuerpos de los mártires y fueron enterrados en este lugar del jardín, en el claustro monástico. Tres años después al morir el Padre Abad, Dom Antoni María Marcet también fue enterrado en medio de los mártires, hasta el momento en que fueron trasladados solemnemente a la Cripta de la Basílica.
La Cripta de la Basílica de Santa María se construyó, precisamente, en memoria de los mártires. En ella se conservan los restos de los once monjes que se pudieron recuperar.
Nos encontramos en la Cripta de la Basílica de Montserrat, un espacio que, en el año 1950, fue preparado para acoger de una manera digna los once restos que quedaban de los veinte que serán beatificados próximamente.
Nada más se pudieron recuperar once cadáveres, pero aquí en las lápidas correspondientes, en latín, en los dos arcosolios que contienen estos restos y, en la inscripción del final, se hace memoria de todos aquellos que dieron la vida por Cristo. Presidiendo todo este espacio está la estatua yacente del Abad Antoni María Marcet, que murió en 1946, y que sufrió como ninguno la pérdida de estos hermanos de Comunidad. Cuando murió la Comunidad le aplicó las palabras que la liturgia dice de San Martín: “aunque la espada no lo golpeó, recibió de igual manera la palma del martirio”.
Otro lugar de memoria es la Sala Capitular del Monasterio, erigida en homenaje de los 20 monjes que serán beatificados el 13 de octubre en Tarragona. Hay tres detalles que los recuerdan.
Al recuperar el Monasterio la Comunidad, en enero de 1939, llevaba tan en el fondo del corazón la pena por los monjes que habían perdido, que los quisieron dedicar la Sala Capitular como primer monumento destacado, insigne, en memoria de ellos. De tal modo que ya en febrero de 1940 se pudo inaugurar esta Sala Capitular, con todo y que el elemento más típico de dedicación a los mártires, la pintura del escenógrafo Pere Pruna, es precisamente el último elemento decorativo, y corresponde al 1961. En ella podemos ver a San Benito acogiendo a los monjes mártires, cada uno con su distintivo, de su condición sacerdotal o monástica, llevando el cáliz o la patena, en señal de ofrenda, llevando las palmas del martirio.
Dos elementos más de la Sala Capitular expresan la intención de dedicación a los mártires. Son las dos lápidas que explican este sentido de agradecimiento y de ofrenda que se hace a estos monjes insignes. Una, son las dos lápidas, y los tres capiteles dibujados por el padre Josep Maria Gaso y que de una manera muy gráfica expresan el agradecimiento de la Comunidad presidida por el Abad Marcet a la Madre de Dios y en el rincón de la izquierda destacan las palmas del martirio que acompañan las cabezas de unos cuantos monjes que representan a estos 21 que dieron la vida por Cristo.
Las historias de los 20 monjes se pueden leer en el libro Los mártires de Montserrat, de Publicacions de l´Abadia de Montserrat, obra de mismo Padre Bernabé Dalmau edición bilingüe en catalán y castellano.
El libro Los mártires de Montserrat publicado para esta ocasión sirve no solo para dar a conocer las biografías y los testimonios de estos 20 monjes, sino para situarlos en el contexto del momento que vivía la Comunidad de Montserrat, y también para hacer ver a los cristianos de hoy en día que valor tiene dar testimonio por Cristo.
El domingo 20 de octubre tendrá lugar una Eucaristía de Acción de Gracias por la beatificación de estos monjes que presidirá el Padre Abad Josep Maria Soler y cada año se celebrará litúrgicamente su fiesta.
Dels catalans sempre sereu Princesa, dels espanyols Estrella d'Orient...
De los catalanes siempre seréis Princesa, de los españoles Estrella de Oriente...