Arranca el segundo día de estas Jornadas. El Sr. Alcalde, don Fernando Torres, acompañado de la concejal de cultura, doña Blanca Galindo, ha dirigido a los jornalistas un sentido saludo. Martín Ibarra, junto a ellos, en la foto, nos explicaba -en petit comité- que el Ayuntamiento de Barbastro, sito entre los Escolapios y la Hermanitas de los Ancianos Desamparados, fue cárcel de muchos de los religiosos y sacerdotes y que incluso fue allí donde sufrió la castración el beato Florentino Asensio, el obispo mártir.
Además el Sr. Alcalde ha anunciado que el próximo domingo, 6 de noviembre, fiesta de los mártires de la persecución, se transmite la misa de TVE, por la 2, para toda España, en cuya eucaristía se dará inicio del proceso de más de doscientos nuevos mártires de esta diócesis.
De los 331 mártires que entregaron sus vidas "in odium fidei" y que podían participar en un proceso de canonización, de ellos 79 ya están beatificados [el Sr. Obispo, el Pelé, los claretianos, los benedictinos, los escolapios] y del resto, 252, se inicia este nuevo proceso.
MESA REDONDA
Continúan las Jornadas con una mesa redonda que moderado el periodista local don Ángel Huguet sobre la labor caritativa y social de las religiosas en Barbastro.
Sor Paquita Jiménez, hija de la caridad de San Vicente de Paúl.
Sor Ana Cordón , sierva de María.
Madre Begoña Bermejo, de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados...
Están exponiendo que aunque no asesinaron a ninguna religiosa [volvemos a recodar que SOLO fueron asesinadas 297 frente a los miles de religiosos:
Seguimos ajustando las cifras: 297 religiosas asesinadas - ReL (religionenlibertad.com)].
Desaparecidas y ¿mártires?
Cuando llegue la persecución religiosa nos ha explicado en su intervención Madre Begoña Bermejo un episodio muy doloroso. En los primeros meses de persecución serán denunciadas a los milicianos por una hermanita: sor Benjamina Valencia. Lo hemos recordado muchas veces con el poema, de 1937, de Paul Claudel: NI UNA SOLA APOSTASÍA… entre los mártires, NI UNA SOLA APOSTASÍA.
Pero entre algunos, hubo desánimos, deserciones… Candidatos, postulantes y novicios que no regresaron al acabar la guerra… Y miedo, mucho miedo… en unos y otros.
Esta Sor Benjamina denunció, parece ser que por miedo de lo que le pudiera pasar, que se estaba celebrando la Eucaristía sin permiso y consiguió que las echaran del asilo.
Así que sabemos que 2 hermanitas y 2 siervas de María salieron juntas camino de sus domicilios familiares. Sor Tomasa Ibáñez iba con otra hermanita de los desamparados y Sor Lucía Salvá y Ferrer, con otra sierva. Solo consiguió salvarse una de las siervas de María que llegó a su casa.
Las otras tres, a día de hoy, siguen desaparecidas. Las Hermanitas recuperaron sus crucifijos. Las dos Congregaciones tienen a sus religiosas por mártires.
Lo podemos corroborar en el Diccionario de la diócesis de Barbastro-Monzón (1931-1936). Lo encuentran con detalle en el primer tomo. En las páginas 49 y 50