Lerma, 24 de enero
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
LIBRES POR SU AMOR
Cada día que avanzamos en este camino, tengo una petición en mi corazón más y más fuerte. Y se lo repito al Señor: "Hoy quiero ser más libre".
Claro, puedes pensar que una monja de clausura, todo el día "encerrada", necesita libertad, salir de los muros para ser más libre. Pero no se trata de eso, me siento muy feliz aquí, somos unas privilegiadas.
La libertad es algo mucho más interior. Experimento el deseo de ser libre: de ser sencilla y vivir sin necesidad de la aprobación de los demás; amar sin esperar nada a cambio, sino sólo disfrutar amando y haciendo lo que te pide el Señor. Y también siento en el corazón el anhelo de experimentar una y otra vez que eres amado tal y como eres, con todas tus pobrezas... y esto te da libertad de actuación, pues ya no tienes miedo a equivocarte, ya que tu deseo es actuar conforme a Él y sabes que, si te equivocas, Él siempre rectificará el tiro. Él es tu descanso.
Estaba en la oración haciéndole esta petición al Señor y me vino una historia que ya había oído antes:
Cuentan de un misionero que, recién ordenado, fue a África. Cuando llegó, lo primero que se encontró fue una venta de esclavos, y justo estaban vendiendo a un muchacho. Al ver aquello se inquietó, no pudo quedarse al margen y se acercó. Cogió los gemelos que le habían regalado en día de su ordenación y compró al niño a cambio de ellos.
Cuando al fin le dieron al chico, comenzó a andar con él, y, tras alejarse de allí, el sacerdote le dijo:
-Anda, eres libre.
Y continuó caminando. Pero a los pocos pasos se dio cuenta de que el muchacho le seguía por el camino.
Dejó de andar, el chico se acercó a él y el joven sacerdote volvió a decirle:
-Eres libre, no eres mi esclavo, puedes irte libremente.
Pero el chico, mirándole, le respondió:
-No quiero irme de tu lado, porque, si me voy, algún otro me volverá a coger y volverán a hacerme esclavo... déjame quedarme contigo.
Así es Cristo. Él ya pagó un precio por nosotros. Y Él "para ser libres nos liberó". Él ha dado todo para que tú puedas tener vida, y vida en abundancia; para que lo que predomine en tu vida sea la felicidad y la Paz.
Hoy el reto del amor es ser libre. Haz la prueba: hoy actúa según te vaya pidiendo el Señor, y confía en Él. Quizá te equivoques, o incluso que te caigas, pero de Su Mano eres libre, porque siempre serás acogido, siempre te sostendrá, siempre volverás a experimentar Su Amor.
VIVE DE CRISTO
http://dominicaslerma.es/
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial. Solo se permite un uso para actividades de evangelización siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.