Primero escuchó los testimonios de Winnie y Emmanuel que le impresionaron grandemente. El Papa sobre una experiencia negativa, que todos tenemos, hemos tenido o tendremos, se hace una pregunta: ¿Estas experiencias negativas pueden servir de algo en la vida? “Siempre está la posibilidad de abrir un horizonte, de abrirlo con la fuerza de Jesús. Hoy, Winnie transformó su depresión, su amargura, en esperanza. Y esto no es un magia, esto es obra de Jesús, porque Jesus es el Señor, Jesús puede todo. Y Jesús sufrió la experiencia más negativa de la historia: fue insultado, fue rechazado y fue asesinado. Y Jesús por el poder de Dios resucitó. Él puede hacer en cada uno de nosotros lo mismo, con cada experiencia negativa, porque Jesús es el Señor”.
Emmanuel vio cómo sus compañeros eran asesinados. Sabía que podía morir si le sorprendían en la escapada. Confió en Jesús y escapó. Aquí está después de 14 años, graduado en Ciencias Administrativas. “Siempre se puede. Nuestra vida es como una semilla: para vivir hay que morir; y morir, a veces, físicamente, como los compañeros de Emmanuel; morir como murió Carlos Luanga y los mártires de Uganda. Pero a través de esa muerte, hay una vida, una vida para todos. Si yo transformo lo negativo en positivo, soy un triunfador. Pero eso solo se puede hacer con la gracia de Jesús… ¿Están dispuestos a transformar el odio en paz? Jóvenes:
El Papa bromea sobre la calidad del sonido. También nosotros, a veces no funcionamos bien y tenemos que acudir a Jesús para que tire los muros que tenemos delante; para que nuestra vida sea un servicio a los demás.
Para esto no hay varita mágica. Los jóvenes necesitan orar a Jesús que lo puede todo. No quiere más a unos que a otros. Jesús quiere ayudar a todos. “Entonces ábrele la puerta de tu corazón y déjalo entrar. Dejar entrar a Jesús en mi vida. Y, cuando Jesús entra en tu vida, Jesús va a luchar, a luchar contra todos los problemas que señaló Winnie. Luchar contra la depresión, luchar contra el AIDS (SIDA). Pedir ayuda para superar esas situaciones, pero siempre luchar. Luchar con mi deseo y luchar con mi oración”.
Por fin el Papa les recuerda su sentido eclesial y su cariño a la Virgen. “Y una tercera cosa os quiero decir. Todos nosotros estamos en la Iglesia, pertenecemos a la Iglesia. ¿Es correcto? Jóvenes
“Les agradezco mucho que me hayan escuchado. Les agradezco que quieran cambiar lo negativo en positivo. Que quieran luchar contra lo malo con jesús al lado. Y, sobre todo, les agradezco que tengan ganas de nunca dejar de rezar. Y ahora les invito a rezar juntos a nuestra Madre para que nos proteja”.