Los hinchas turcos no respetaron el minuto de silencio el martes 17 de noviembre en recuerdo de los muertos en los atentados de París y estremecieron Estambul con silbidos y gritos de “Al.lahu Ákbar”. La sonora pitada, en un estadio Basaksehir abarrotado con 17.000 aficionados, contrastó con las muestras de respeto vividas en el resto de partidos de la jornada, especialmente durante el Inglaterra-Francia de Wembley. Las protestas de los asistentes turcos se mezclaron con gritos de apoyo al presidente otomano, Recep Tayyip Erdogan, reciente vencedor de unas elecciones puestas en tela de juicio por los observadores internacionales. Hace sólo unas semanas, poco antes del comienzo de un partido clasificatorio para la Eurocopa 2016, tampoco se respetó en Konya el minuto de silencio en memoria de las 102 víctimas del atentado suicida de Ankara perpetrado por yihadistas contra la minoría kurda.
Gran parte de la afición turca boicoteó dicho momento con abucheos al grito de Al.lahu Ákbar (Alá es el más grande), que se refiere a que Alá es más grande que el Dios de los judíos y cristiano, y es el grito de guerra desde Muhammad para todas las guerras que emprenden los muyahidines (yihadistas), así como el grito que pronuncian los islamikazes antes de explosionarse y matar muriendo. [1]
Pero el apoyo hacia la Yihad, la guerra contra los infieles cruzados europeos y occidentales no es sólo por parte de grandes sectores de la población musulmana turca, sino también de importantes y poderosos dirigentes turcos. Según informa Anadolu News Agency el domingo 8 de noviembre de 2015, dos días después del atentado perpetrado por los yihadistas del Estado Islámico en París que causó la muerte de 136 personas y otras 415 resultaron heridas, el Jefe de la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía, conocida por las siglas MIT, Hakan Fidan, declaró que “la intervención de Putin en Siria es contra el Islam y el derecho internacional, el Estado Islámico es una realidad y somos optimistas sobre el futuro.”
Fidan recalcó que “El Estado Islámico es una realidad y tenemos que aceptar que no podemos erradicar un establecimiento bien organizado y popular como es el Estado Islámico; por consiguiente, insto a mis colegas occidentales a revisar su forma de pensar acerca de las corrientes políticas islámicas, dejar de lado sus mentalidades cínicas y frustrar los planes de Vladimir Putin de aplastar a los revolucionarios islamistas sirios.”
Hakan Fidan, el más firme aliado del presidente turco Erdogan, condenó la intervención militar rusa en Siria, acusando a Moscú de tratar de “sofocar” la revolución islamista de Siria y violar gravemente la ley de las Naciones Unidas.
Fidan añadió, además, que con el fin de hacer frente a la gran cantidad de yihadistas extranjeros con ansias de viajar a Siria, que “es un imperativo que el Estado Islámico establezca un Consulado o al menos una oficina política en Estambul”. Debido al enorme número de heridos yihadistas causado por los feroces enfrentamientos entre el ejército ruso y los terroristas islamistas del Estado Islámico que azotan la Siria devastada por la guerra, estos muyahidines (yihadistas) heridos entran en el territorio turco y son tratados médica y quirúrgicamente en los hospitales militares turcos de la provincia de Hatay. Fidan recalcó que “es firme la creencia de Turquía en proporcionar atención médica a todos los heridos que huyen de los ataques aéreos despiadados rusos, independientemente de su afiliación política o religiosa”.
Emile Hokayem, analista de Oriente Medio con sede en Washington, ha asegurado que el gobierno turco de Erdogan, y sus aliados árabes ricos en petróleo, tienen agendas duales en la guerra contra el terror, y como una cuestión de hecho están suministrando a los militantes islamistas armas y dinero, por lo que la intervención de Rusia es considerada un revés devastador para sus esfuerzos para derrocar al presidente secular sirio Assad.
Emile Hokayem destacó el gran peligro de los grupos islamoterroristas con respaldo turco y añadió que lo que está sucediendo en Siria no puede ser calificado como una auténtica revolución popular contra la dictadura, sino más bien se trata de un caos orquestado por Erdogan que está soñando para revivir el infame Califato del Imperio Otomano. [2]
El cada vez más indiscutido líder de Turquía, el Presidente Erdogan, y sus seguidores, que se presentan a la opinión pública occidental como islamistas moderados, manifiestan más descaradamente su espíritu salafista y apoyo al yihadismo.
NOTAS
[1] Abucheos en Estambul durante el minuto de silencio en memoria de las víctimas. 18.11.2015. El Mundo
[2] Turkish intelligence chief: Putin’s intervention in Syria is against Islam and international law, ISIS is a reality and we are optimistic about the future. Awdnews. 18 October 2015
http://awdnews.com/top-news/turkish-intelligence-chief-putin-s-intervention-in-syria-is-against-islam-and-international-law,-isis-is-a-reality-and-we-are-optimistic-about-the-future
Turquía, cada vez más yihadista. Por Eduard Yitzhak. PorIsrael