Sin duda es una gran noticia la convocatoria de una manifestación en defensa del "derecho a decidir" de las mujeres sobre su propio cuerpo el próximo 26 de septiembre a las 18 horas frente al Museo Reina Sofía.
En primer lugar, tiene la singular oportunidad de recordar a todos los convocantes de la manifestación del 17 de octubre por la vida, la mujer y la maternidad frente a quién estamos, por si se nos había olvidado. El espectáculo del próximo sábado contiene sin duda efectos balsámicos que vienen a suavizar el escozor de roces pasados innecesarios de todo punto.
En segundo lugar, la noticia de la manifestación feminista cabe celebrarla porque permite que estos individuos vuelvan a retratarse ante toda la sociedad española. Ha pasado ya demasiado tiempo desde aquella memorable fecha en la que Bibiana Aído proclamara la no humanidad de un feto de doce semanas, y se echan en falta nuevas y geniales aportaciones al conocimiento humano por parte de estos colectivos, cuya eficacia a favor de la defensa de la vida es incuestionable: cada vez que abren la boca, unos diez mil ciudadanos abren a su vez los ojos. Impresionante.
En tercer lugar, esta convocatoria permitirá determinar y visualizar el mayoritario y aplastante respaldo social con que cuenta la iniciativa zapateril en materia de aborto: sin duda la exhibición de este masivo respaldo pondrá de manifiesto que esta ley es reclamada como una urgencia inmediata por todas las capas sociales.
Cabe celebrar también la convocatoria de esa manifestación porque permite de nuevo el sano ejercicio del sentido del humor: basta repasar su manifiesto para sentir como la vena cómica despierta nuevamente, y si no lo creen los amables lectores, aquí les dejo dos fragmentos del mismo que he copiado de HazteOír.org:
"No debemos dejarnos intimidar, ni deben hacerlo el Gobierno y el Parlamento, por quienes desean en su afán totalitario que su "moral particular" sea ley universal, ni siquiera han dudado durante su campaña extremista en minimizar la criminalidad del Holocausto o los abusos sexuales contra menores, e incluso, en algún caso, han llegado a pedir la despenalización de la violación, desacreditándose a sí mismos. Pedimos, por tanto, que la reforma se lleve a cabo sin vacilaciones."
"Inclusión del aborto en los estudios de medicina, enfermería y otras profesiones socio-sanitarias, desarrollando acciones formativas que, desde el enfoque de género capaciten para su práctica tanto quirúrgica como farmacológica, con el fin de normalizar y de garantizar la preparación del conjunto de profesionales que la lleven a cabo."
Amén.