Aquel chico nacido en Tupelo, Misisipi, que se crió en Memphis, Tennessee y que respondía al nombre de Elvis Presley dejó una huella profunda en la música popular del siglo XX. Tanto que, a más de medio siglo de su muerte, su voz sigue encandilando a muchos. Una voz potente, profunda, capaz de transmitir emoción y, por encima de todo, muy personal, única e intransferible. Una voz de esas que, como la de mi admirado Johnny Cash, puedes reconocer desde los primeros compases de una canción.
A diferencia de Cash, Elvis no grabó tantas canciones de contenido religioso, aunque era un entusiasta de la música góspel, grabando varios álbumes con esta música. Como explicaba Paul Asay en un interesante artículo, Elvis fue bautizado dos veces: la primera siendo niño en Tupelo, la segunda cuando era adolescente por un pastor pentecostalista en Memphis (una escena que recuerda esos relatos sobre el Sur de la genial escritora católica Flannery O’Connor). En cualquier caso, todos los que le trataron coinciden en afirmar que “Elvis era profundamente religioso. “Creo en la Biblia”, dijo en una ocasión. “Creo que todo lo bueno proviene de Dios. No creo que yo cantara como canto si Dios no hubiera querido que lo hiciera”.
Todo esto viene porque el otro día me llegó por whatsapp (entre los miles de vídeos que corren por ahí), uno sobre una canción interpretada por Elvis y titulada “El milagro del rosario”. La canción había sido escrita por Lee Denson, el hijo del pastor James Denson, quien dirigía la iglesia pentecostal Poplar Street Mission en Memphis y a la que acudía la familia Presley. De hecho, Lee fue quien le enseñó a Elvis a tocar la guitarra cuando tenía 13 años. En 1960, Denson la escribió cuando, por influencia de su católica esposa, se convierte y se hace católico. Esta canción de acción de gracias por el milagro del rosario y que incluye el Ave María será dedicada especialmente a la Virgen de Fátima por Lee Denson. Elvis la conoció directamente de su amigo y decidió incluirla en su disco de 1972, Elvis Now, en una interpretación pletórica y emotiva.
No la conocía y me ha encantado, así que la comparto con ustedes, esperando que también les guste: