‘¿Acaso Dios lo es únicamente de los judíos y no también de los gentiles? ¡Sí, por cierto!, también de los gentiles; porque no hay más que un solo Dios, que justificará a los circuncisos en virtud de la fe y a los circuncisos por medio de la fe’.     (Romanos 3:29-30)

JESUS EN EL JUDAISMO

En primer lugar debemos destacar que dentro de la religión judía existen diversas tendencias y denominaciones, entre las que podemos destacar los ortodoxos, los reformistas (o judaísmo rabínico) y el judaísmo conservador (o masortí). De estas tres ramas, el reformista es el de mayor antigüedad.

Así como no hay una única visión absolutista para la mayoría de los temas que se discuten en el judaísmo, tampoco hay una única visión sobre Jesús. Debido a la experiencia histórica, la mayoría de los judíos asocia a Jesús directamente con el cristianismo, la Inquisición, las Cruzadas, las quemas del Talmud, torturas, odio y antisemitismo. Todo esto genera un rechazo total en dichas personas judías, tan sólo al escuchar su nombre.

Por otra parte algunos judíos consideran a Jesús un sabio a nivel de los propios rabinos que leen la literatura talmúdica, y sienten orgullo de que una gran parte de la población mundial admire a una persona que nació, vivió y murió como judío. Estos judíos muchas veces le llaman ‘Rabino Jesús’, incluyendo el rabino ortodoxo Shlomo Riskin y el rabino reformista Sergio Bergman.

Otros judíos lo consideran un hereje total y ni siquiera se interesan por saber algo de Él. Sin embargo muchos pensadores judíos se han sentido atraídos por la personalidad de Jesús a nivel histórico, al intentar comprender el desarrollo del judaísmo rabínico y la diversidad religiosa de principios del cristianismo.

La mayoría de los judíos no saben realmente mucho acerca de Jesús, de lo que está escrito en el Nuevo Testamento ni de las creencias y prácticas cristianas. Algunos creen que saben sobre el tema, pero cuando son interpelados a explicar la fe, los rituales y los textos cristianos en detalle, no tienen ni la menor idea acerca de ellos.

JESUS, EL MESIAS

Los judíos no aceptan a Jesús como el Mesías porque, según ellos, Jesús no cumplió las profecías mesiánicas, tales como:

1.- Construir el Tercer Templo (Ezequiel 37:26-28).

2.- Reunir a todos los judíos de regreso a la Tierra de Israel (Isaías 43:5-6).

3.- Esparcir un conocimiento universal sobre el Dios de Israel, uniendo a toda la raza humana como una (Zacarías 14:9).

Pero lo que los judíos no dicen es que en los tres casos anteriores el escritor bíblico se refiere a Yahvé Dios y no a Jesús, ya que son textos del Antiguo Testamento.

OTRAS DIFERENCIAS

Los judíos no aceptan a la Santísima Trinidad porque consideran que los cristianos dividen a Dios en tres entes separados, Padre, Hijo y Espíritu Santo, a pesar de que lo anuncia San Mateo en el capítulo 28, versículo 19: ‘Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo’.

Los judíos declaran la unicidad de Dios, basados en el texto del Deuteronomio 6:4 que dice: ‘Yahvé, nuestro Dios, es el único Yahvé’. En la ley judía adorar a una trinidad divina se le considera idolatría, pero ellos no comprenden que en realidad son tres personas en una: la Trinidad.

Por otra parte los judíos no creen en los milagros, sino en la experiencia personal de cada hombre, mujer y niño. Según los judíos, cuando la creencia de una persona está basada en ver milagros, tiene dudas persistentes porque es posible que, según ellos, dichos milagros sean fruto de magia o brujería. Ante esta forma de pensar cabría preguntarnos: ¿Los milagros que realizó Jesús no fueron, la mayoría de ellos, realizados a personas judías? ¿No es cierto que los propios judíos buscaban a Jesús para que realizara milagros en ellos mismos?

Los judíos tampoco aceptan que en nuestras oraciones pidamos la intercesión de Jesús ante el Padre, sin tomar en cuenta las palabras del propio Jesús en Juan 14:6 cuando dijo: ‘Nadie viene al Padre sino por mí’. En el judaísmo, el rezo es una cuestión totalmente privada entre cada individuo y Dios, considerando prohibido poner un mediador entre Dios y el hombre. La pregunta que deberíamos hacer es: ¿Qué mejores intercesores podemos pedir que Jesús y María cuando oremos al Padre Dios?

JESUS, EL PROFETA

Según los judíos, Jesús  no fue un profeta ya que la profecía sólo puede existir, según ellos, cuando Israel está habitado por una mayoría de judíos. Según ellos, durante el tiempo de Ezrá, hacia el año 300 a.C., la mayoría de los judíos se rehusaron a desplazarse de Babilonia hacia Israel al final de la deportación, por lo cual la época de la profecía terminó con la muerte de los últimos profetas: Jagai, Zacarías y Malají. Y dado que Jesús empezó su ministerio aproximadamente 350 años después de la mencionada época, ya no se le puede considerar un profeta.

A la vista de esta creencia judía podríamos preguntarles: ¿Por qué entonces se aceptan las profecías de otros profetas que vivieron en el destierro, fuera de Israel? ¿Y todas las profecías que predijo Jesús no tienen ninguna validez, o es que no se han cumplido?

EL JUDAISMO MESIANICO

El judaísmo mesiánico, más que tener sus raíces propiamente en el judaísmo bíblico, surge en medio de las misiones hebreo-cristianas de los siglos XIX y XX, cuyo objetivo era la evangelización del pueblo judío. Los judíos mesiánicos se consideran a sí mismos como ‘judíos en religión’ y practican su fe de manera que ellos mismos se consideran como auténticos observantes de la Toráh. Sin embargo, las corrientes tradicionales del judaísmo, desde los ultra ortodoxos hasta los reformistas, no consideran al judaísmo mesiánico como una forma de judaísmo, debido a que el judaísmo mesiánico acepta el Nuevo Testamento y a Jesús de Nazaret como Mesías. En cambio, al igual que las demás formas religiosas judías, la mesiánica es igualmente aceptada por la Corte Suprema de Israel, gozando de los mismos privilegios que las demás.

Contrariamente al judaísmo ortodoxo y al reformista, el judaísmo mesiánico afirma que Yeshua, el Jesús de Nazaret de los cristianos, es el Mesías nacido del pueblo de Israel. Las principales ramas del judaísmo mesiánico aceptan a Jesús como ‘Dios hecho carne’ y la ‘Toráh o Palabra hecha carne’. La fe judía mesiánica tiene como base que Yeshua o Jesús cumplió todas las profecías escritas en el Tanaj judío, el Antiguo Testamento.

Su doctrina afirma que en vez de un Mesías físico que salvaría a Israel de la ocupación y restauraría el Reino Davídico, Jesús, según el punto de vista mesiánico, rescató primeramente el mundo de la esclavitud espiritual, y cuando Él vuelva rescatará el mundo de la opresión física y establecerá su Reino interminable. Esta es una creencia que es compartida con la opinión cristiana del Mesías, pero no con las ideologías musulmanas y ebionitas, las cuales sólo ven en Jesús un profeta más del pueblo judío.

CONCLUSION

Desde hace un par de años, una serie de autores judíos, desde los populares hasta los rabínicos, pasando por los eruditos, han discutido sobre lo que los judíos debían pensar sobre Jesús. Sorprendentemente han dado con respuestas positivas; han exhortado a sus paisanos a aprender acerca de Jesús, a entenderlo y a considerarlo como uno de los suyos.

Amy-Jill Levine, coeditora del recién publicado ‘Nuevo Testamento judío comentado’, dijo: ‘Jesús fue judío y pasó su vida dirigiéndose a los judíos. Cuando leo el Nuevo Testamento me siento inspirada e intrigada. Me veo convertida en una mujer judía por haberme informado mejor acerca de mi historia’.

El rabino Shmuley Boteach, judío ortodoxo reconocido en los medios de difusión, uno de los cincuenta rabinos con mayor influencia en los Estados Unidos y que en 2012 se postuló para el Congreso de dicho país, alega en su nuevo libro ‘Yeshua Kosher’ (Jesús apto) que los judíos tienen mucho que aprender de Jesús y del cristianismo en general, aunque sin la necesidad de aceptar la divinidad de Jesús. Según Boteach, ‘hay muchas razones para aceptar a Jesús como un hombre poseedor de gran sabiduría, bellas enseñanzas éticas y profundo patriotismo judío’.

Benjamín Cohen, un judío ortodoxo que recientemente dedicó un año entero a asistir a diferentes iglesias, admitió estar celoso de que los cristianos tuvieran a Jesús. ‘Él es un icono tangible del que cualquiera se puede asir. El judaísmo no cuenta con un superhéroe como Jesús’, declaró el autor del libro ‘Mi año de Jesús’, publicado en el 2009.

Cohen terminó un año de Jesús con un entendimiento más claro acerca de sus creencias: ‘La gente me pregunta todo el tiempo si creo en Jesús y yo les respondo que sí, que creo en que existe. Entiendo el respeto y el amor que los cristianos sienten por Jesús. Ahora aprecio más mi judaísmo porque pasé tiempo con Jesús’.

Debemos esperar y desear que este aprecio se vaya convirtiendo en amor y en devoción hacia Jesús, no sólo por parte de todo el pueblo judío, sino que éste sea un sentimiento universal.

 

‘Es difícil creer en un Dios a quien no puedes ver. Por esto estoy celoso de los cristianos, porque tienen una manifestación física de lo divino a la que pueden dirigir sus oraciones’. (Benjamín Cohen).

BIBLIOGRAFIA

.- Judíos mesiánicos no son judíos  -  Unión de Sinagogas Judías Conservadoras

.- Misionero Imposible  -  Hebrew Union College

.- La salvación viene de los judíos  -  Roy H. Schoeman

.- Judaísmo Mesiánico  -  Rabbí Yeshua, Kehilat Sar-Shalom

.- La deidad de Yeshua  -  Tim Hegg

.- Jesús Kosher  -  Rabino Shmuley Boteach

,- Nuevo Testamento judío comentado  -  Amy-Jill Levine

.- Mi año de Jesús  -  Benjamín Cohen

.- Preguntas más frecuentes sobre la renovación judía  -  aleph.org

.- El Concilio judío mesiánico Guyir  -  jerusalemcouncil.org